Juan Pablo II bendice
a fieles con voz débil mundo@laprensa.com.sv El Papa hizo su primera aparición en público tras haber sido dado de alta el pasado jueves. |
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El papa Juan Pablo II, con voz débil, dio su primera bendición dominical desde que abandonó el hospital la semana pasada a través de un ayudante que agradeció al mundo por haber rezado por su recuperación. El Pontífice, de 84 años, habló brevemente con voz afónica desde su ventana del Vaticano, mientras los ayudantes fueron los encargados de dar gran parte de su discurso semanal. “Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos”, fueron las primeras palabras pronunciadas por el Papa, nada más aparecer en el marco de la ventana de su apartamento que da a la plaza de San Pedro, en la que le esperaban, emocionadas, varios miles de personas que le acogieron con aplausos y vivas. Después, habló en dos ocasiones más, una al pronunciar la fórmula en latín previa a la bendición y otra al final del ángelus, cuando con voz ronca, pero más clara que al principio, se despidió con un “os deseo a todos un feliz domingo, gracias”. Al Papa se le vio y se le escuchó mejor que cuando apareció desde una ventana del hospital romano Gemelli el domingo pasado. En esa ocasión, con la mirada distante, hizo unos lentos gestos a los creyentes y apenas fue capaz de hablar. Ayer, en cambio, se le vio más repuesto. A ejercicios espirituales Con motivo de la Cuaresma y como ha venido haciendo en sus 26 años de pontificado, Juan Pablo II se fue ayer de ejercicios espirituales, que durarán una semana, durante la cual se han suspendido todas sus actividades, para facilitar su recuperación. Los ejercicios co- menzaron a media tarde en la capilla Redemptoris Mater, del palacio apostólico, considerada la “Capilla Sixtina del siglo XXI”, y junto al Papa asisten los miembros de la Curia Roma y sus más estrechos colaboradores. Los ejercicios concluirá el sábado por la mañana. La conclusión de los ejercicios se celebrará en la basílica de San Pedro del Vaticano con una misa solemne a la que seguirá una adoración eucarística. Se espera que Juan Pablo II asista a la ceremonia, en la que sería su primera aparición totalmente pública. |