Papa asegura seguirá con diálogo entre religiones

Roma/DPA
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En su primer día de trabajo como Sumo Pontífice, Benedicto XVI se reunió con religiosos ortodoxos y musulmanes y les aseguró que quiere tenderles puentes.

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SALUDO. En un gesto de apertura, el Papa saludó en una audiencia privada a los líderes ortodoxos y musulmanes que asistieron a su entronización.

Confirma a curia

 

Benedicto XVI confirmó ayer en sus puestos, hasta el final del quinquenio para el que fueron nombrados, a todos los miembros de los dicasterios de la curia romana, informó el Vaticano.

El pasado 21, confirmó en sus puestos a cardenales y arzobispos jefes de los dicasterios, pero precisó que era “hasta nueva orden”. Ayer ya especificó hasta cuándo.

Ese mismo día también confirmó en el cargo al cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, es decir, número dos del Vaticano. En ese caso, lo hizo por “nombramiento” pleno, sin reservas.

Angelo Sodano y todos los jefes de los dicasterios de la curia cesaron automáticamente en el cargo nada más morir el papa Juan Pablo II.

La única vacante es la de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Iglesia, que era ocupado por el ahora Papa.

Un día después de la inauguración oficial de su pontificado, el papa Benedicto XVI anunció ayer la continuación del diálogo cristiano-musulmán.

“Les aseguro que la Iglesia quiere construir puentes de amistad con los seguidores de todas la religiones y buscar lo verdaderamente bueno de cada persona y de cada sociedad como un todo”, dijo el pontífice en una audiencia concedida a representantes de otras religiones u otras confesiones cristianas que tuvo lugar hoy en el Vaticano, donde además mantuvo un encuentro con miles de fieles alemanes.

Asimismo, subrayó que se esforzará por la unidad de las iglesias cristianas.

Observadores en Roma califican de sorpresa el encuentro interreligioso justo en la primera semana tras su elección. Es un signo claro del deseo de Joseph Ratzinger de avanzar en la relación de la Iglesia con otras religiones y otras iglesias cristianas.

Además, agregó que está especialmente agradecido por la presencia de representantes de la fe musulmana. En una clara alusión al terrorismo y la violencia señaló: “Todos los pueblos tienen que estar comprometidos con la paz, sobre todo aquellos que se identifican con una tradición religiosa”. Por ello, es indispensable “un diálogo sincero y serio”.

Dirigiéndose a los representantes de otras confesiones cristianas, Benedicto XVI expresó el “fuerte deseo de nuevos esfuerzos sin vuelta atrás para reafirmar la aspiración de la unidad de los cristianos”, que ya fue expresada en el Concilio Vaticano Segundo. Con ello se refería expresamente a su predecesores Pablo VI y Juan Pablo II.

Un bávaro en Roma

En los últimos años, la relación entre Roma y los ortodoxos fue tensa y pese a los diversos intentos, no hubo un verdadero avance.

En la jornada de ayer, Ratzinger recibió en audiencia a miles de peregrinos alemanes, sobre todo fieles de su Baviera natal.

En el encuentro, ofreció un aspecto más relajado y tranquilo. Estrechó la manos a los fieles y en varias ocasiones habló de sus raíces bávaras. “Por supuesto, sigo siendo un bávaro, aunque sea obispo de Roma”, dijo.



Benedicto XVI rezó para no ser el elegido en el cónclave

Benedicto XVI confesó a un grupo de alemanes la angustia que sintió cuando vio que iba a ser elegido Papa en el cónclave y que le llevó incluso a pedir a Dios que escogiera a otro “más fuerte” que él.

Ante sus compatriotas, el pontífice recordó que cuando se iban descubriendo los votos de los cardenales en el cónclave sintió como si “una guillotina” se fuera acercando hacia él y pidió a Dios que le “evitara aquel destino”.

Confiesa que en algún momento incluso se mareó.

“Quiero decir una cosa sobre el cónclave sin violar el juramento de secreto: nunca pensé que iba a ser elegido (...). Pedí al Señor que escogiera a otro más fuerte que yo, pero evidentemente Él no me escuchó”, declaró el Papa.

También indicó que durante sus oraciones a Dios, le dijo: “Tú tienes candidatos más jóvenes, mejores, más entusiastas y enérgicos”.

Entonces, Benedicto XVI recordó lo que le había dicho un sacerdote antes del cónclave sobre su obligación de aceptar la voluntad de Dios y “no negarse” si le pedía, como a los apóstoles en el Evangelio: “Sígueme”.

El sueño de Ratzinger

El pontífice, que parecía más relajado que en sus primeras apariciones, contó a sus compatriotas que había imaginado un futuro “tranquilo” para sus últimos años de vida, lejos del Vaticano, donde creía haber concluido su misión.

“Pero los caminos del Señor no son fáciles, pero no necesitan forzosamente serlo, y no pude hacer otra cosa que decir sí”, aseguró el Papa, refiriéndose al cónclave.


Pontífice designa a su secretario

Georg Gaenswein, un teólogo alemán de 48 años, atlético, rubio de ojos claros, será la mano derecha del papa Benedicto XVI, con el que ya trabaja desde hace 10 años.

“Don Giorgio”, como le llaman cariñosamente sus allegados en el Vaticano, será a partir de ahora el sustituto de “Don Estanislao” Dziwisz, un obispo polaco de casi 70 años que fue la mano derecha del difunto Juan Pablo II durante más de dos décadas.

Este religioso alemán, amante del esquí y del tenis, es conocido por ser un brillante teólogo, abierto al diálogo y dotado de una gran espiritualidad, y un excelente profesor de Derecho Eclesiástico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma.

Sus allegados afirman que además de ser muy eficaz, “entiende cualquier cosa compleja en menos de 10 segundos y da una respuesta inmediata y clara”.

El domingo, en la misa que marcó el inicio del pontificado, se le vio siempre atento al Papa e incluso acompañándole en el “papamóvil” descubierto con el que se paseó entre los fieles tras la ceremonia.


Papa quiere ser un peregrino

Benedicto XVI efectuó ayer su primera visita fuera del Vaticano acudiendo a la basílica romana de San Pablo Extramuros, donde expresó su deseo de viajar por todo el mundo, como su predecesor Juan Pablo II, para anunciar el Evangelio.

“Juan Pablo II fue un papa misionero, cuya actividad tan intensa la demuestran los más de 100 viajes por el mundo. Le empujaba la misión, la misma que Cristo confió a Pablo. Quiera Dios alimentar en mí un amor similar, para que no me detenta ante la urgencia del anuncio del Evangelio en el mundo de hoy”, afirmó el pontífice ante varios miles de personas que llenaban la basílica romana.

El pontífice resaltó la figura de San Pablo señalando que la pasión por Cristo fue lo que le llevó a predicar el Evangelio no solo con las palabras, sino incluso dando la propia viva.

En un principio, causó sorpresa que eligiese San Pablo Extramuros en vez de la basílica de San Juan de Letrán, que es la catedral de Roma y él es el obispo de la ciudad eterna. El Vaticano salió al paso precisando que el Papa con este gesto lo que ha querido destacar es la unión entre los dos fundadores de la Iglesia.