El papa Juan Pablo II, que todavía no se ha recuperado completamente de la enfermedad que obligó su ingreso en un hospital este mes, celebró ayer una audiencia general “virtual”, dirigiéndose a los peregrinos a través de unas pantallas de televisión desde su estudio privado.

Siguiendo el consejo de sus médicos, renunció a efectuar su audiencia general semanal en la plaza San Pedro.

Debía dirigirse a los peregrinos desde la ventana de su apartamento, como hace los domingos para la oración del ángelus.

Se esperaba la llegada de 12 mil peregrinos el miércoles para esa audiencia, anunció el Vaticano.

Sin embargo, muchos de ellos renunciaron o no pudieron viajar a causa del mal tiempo. A último momento, los pocos miles de fieles que llegaron fueron instalados en la Sala Paulo VI.

El mensaje del Papa

El Papa intervino por video desde su biblioteca, ante una Resurrección pintada por el Perugino. Leyó un breve mensaje que pronunció en forma inteligible, pero con voz ronca y jadeante.

Juan Pablo II, de 84 años, sufre la enfermedad de Parkinson y tiene dificultades para respirar entre cada frase. Debe hacer grandes esfuerzos para articular cada palabra.

“Que el amor triunfe sobre el egoísmo, para que podamos experimentar la alegría del perdón y de la reconciliación con Dios y con nuestros hermanos”, pidió.

El Papa no precisó si presidirá personalmente las ceremonias de Semana Santa.

La audiencia duró casi media hora. El pontífice saludó brevemente en francés, alemán, español, italiano y polaco a los peregrinos, que luego le dedicaron un prolongado aplauso para agradecerle su esfuerzo.