Miles en misa por el Papa
Unos 130 mil católicos asistieron a la ceremonia sencilla, impresionante y llena de respeto por el Papa, el único ausente. Mañana comenzará su velatorio en la plaza de San Pedro.

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Reporte desde el Vaticano


José Luis Sanz, enviado especial.

Misa en la catedral de San Salvador

Citas
  esto no es un castigo de Dios, sino que en realidad es una gran confianza de Dios de saber compartir su propia cruz y el Papa lo llevó de una manera gallarda y valiente, ha sabido seguir a Cristo con todo su corazón y toda su alma.”  
 
  Pensemos en sus viajes, ha dado la vuelta al mundo varias veces, solo a este pequeño país vino dos veces (1983 y 1996) y se ha encontrado con decenas de miles de gentes en cada ocasión, pero además ha dejado unos mensajes clarísimos.”

Fernando Sáenz Lacalle, arzobispo de San Salvador.

 

 

Abril 3. (12:00 p.m.) Decenas de miles de personas aclamaron hoy en la plaza de San Pedro al Papa Juan Pablo II, fallecido ayer tras 26 años de pontificado, mientras los miembros de la Curia romana y del Cuerpo Diplomático desfilaban ante su cuerpo sin vida.

El cardenal Sodano, en la primera misa solemne oficiada por su alma ante 130 mil fieles, le llamó "Juan Pablo II el Grande" y rápidamente hicieron suyo ese magnánimo adjetivo gobernantes y ciudadanos de a pie de los cinco continentes.

Los asistentes a la celebración litúrgica de este domingo de la Divina Misericordia, cubierto de nubes en Roma, aplaudieron repetidamente cada vez que se nombraba al Papa ausente.

Esos aplausos se convirtieron en aclamación cuando el arzobispo argentino Leonardo Sandri leyó, tras el rezo del Regina Coeli con el que concluyó la ceremonia, un texto del propio Juan Pablo II escrito para la festividad de hoy.

Huella extraordinaria

En la catedral Metropolitana de San Salvador, el arzobispo Fernando Sáenz Lacalle recordó la "huella extraordinaria" que ha dejado el Papa, y aseguró que éste ya se encuentra "al lado de Dios".

"Ha dejado una huella extraordinaria, lo más importante es su oración y su sacrificio, esos son los grandes tesoros que nos ha dejado", sostuvo Sáenz en una rueda de prensa luego de la misa dominical.

El arzobispo aseguró que el Papa "está al lado de Dios porque ha vivido una vida intensa, porque ha tenido una vida de intensa oración".

Sáenz destacó la labor pastoral de Juan Pablo II y su cercanía con el pueblo católico que recibía todos los miércoles en audiencias multitudinarias y otras privadas a lo largo de la semana.

El arzobispo también señaló la importancia del mensaje que el Papa le dio a los salvadoreños en 1983 cuando invitó a dialogar al Gobierno y a la guerrilla que en ese entonces mantenían una guerra civil que duró 12 años y concluyó en 1992 con un Acuerdo de Paz.

Sáenz Lacalle informó que el jueves o viernes de la próxima semana se hará una misa oficial donde se pedirá para que "Dios llene de felicidad al Papa, la felicidad que Dios comunica".