El Papa en manos de los scouts de El Salvador mundo@laprensa.com.sv Socorro y orden fue la misión de los scouts en 1983 en la primera visita papal al país, cuando el Ejército cedió la custodia a los de uniforme gris. |
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Unos 3 mil 500 niños de 10 y 14 años, sin armas, pero uniformados, se encargaron de resguardar la seguridad de Juan Pablo II el 6 de marzo de 1983. El operativo llamado Operación Portacaeli (Operación Puerta del Cielo), que comenzó 48 horas antes de que Su Santidad viniera por primera vez a El Salvador. El plan incluía la seguridad desde el aeropuerto, el paso del Sumo Pontífice por la Nunciatura Apostólica en el país y la solemne misa papal en el templete construido en el predio de Metrocentro. “Los niños se encargaron de hacer vallas, de abrir caminos para autoridades de socorro y llegada del ‘papamóvil’, de salvar a los desmayados y vigilar que las personas permanecieran en su sitio”, explicó Armando Mármol Sánchez, comisionado ejecutivo nacional de los scouts en aquel momento. Mármol señaló que pocos sabían de antemano la ruta papal en el país: Ricardo Velázquez, jefe nacional scout; Napoleón Mariona, director operacional del servicio de seguridad scout, y el mismo Mármol Sánchez, además de ciertas autoridades religiosas. Incluyendo el desvío que el Papa hizo para visitar a la tumba de Monseñor Romero, en Catedral Metropolitana. “No es que el Ejército no fuera capaz de eso, pero no tenía cabida por ese momento”, dijo Mármol, y especuló sobre las razones por las cuales el Gobierno y la Iglesia les confiaron la seguridad del Sumo Pontífice: “Creo que el Ejército no goza de aceptación para dar seguridad”. El encargado de logística de distribución de abastecimiento, Marco Tulio Navarrete, indicó que “aunque no eran policías, la gente respetaba los comandos de niños de entre 10 y 14 años, sin usar palabras bruscas”. Complot Dos días antes de la llegada de Juan Pablo II, el Ejército reveló un supuesto plan para asesinar al Papa. Mármol destacó que sí se alertó a todos los altos encargados scouts de la existencia de la amenaza, pero “no dejó de manejarse como un rumor”, explicó. Según se decía en aquel momento, las autoridades habían encontrado documentos que aseguraban que un grupo tenía intenciones de asesinar al Papa el día de su visita a El Salvador. |