Presión por santidad de Juan Pablo II

Beatificación, tarea nuevo papa

José Luis Sanz / enviado especial
mundo@laprensa.com.sv

La Santa Sede trató ayer de poner fin momentáneo a las especulaciones sobre la pronta canonización de Juan Pablo II que es exigida por los feligreses que vieron al Papa como “un santo en vida”.


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Sellos postales Sede Vacante 2005

El Vaticano pondrá en circulación mañana una colección de sellos con motivo de la Sede Vacante, cuando no hay papa, dijo la Oficina Filatélica y Numismática.

La serie reproduce el emblema de la Sede Vacante: dos llaves entrelazadas, utilizadas cuando no hay pontífice.

La primera estampilla de este tipo se fabricó en 1978 tras la muerte de Juan Pablo I y solo estuvo vigente cinco días.

El Vaticano se pronunció ayer sobre la insistencia mediática, de las últimas horas, sobre la idea de que Juan Pablo II, por coherencia con el deseo popular, podría o debería ser canonizado lo antes posible.

“En estos días ha habido muchas preguntas en relación con ese tema, y la respuesta es la que he dado. Cualquier otra evaluación está fuera de lugar. Repito: la competencia es solo y exclusivamente del nuevo pontífice”, declaró el vocero Joaquín Navarro Valls.

En los últimos meses, diversas figuras de la Iglesia (el arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, entre ellos) y líderes políticos o sociales se han pronunciado en el sentido de que Juan Pablo II se había convertido en un “santo en vida”, y su fallecimiento disparó la emotividad en ese sentido.

Decenas de los millares de peregrinos que transitaron por Roma esta semana dieron declaraciones remarcando esa idea, y el funeral del pontífice estuvo marcado por los gritos de “santo, santo” y por las pancartas que exigían inmediatez a la curia en ese nombramiento.

Los periódicos italianos recogen con profusión voces que reivindican, incluso, “los tiempos en los que la santidad era proclamada por el furor del pueblo”, como afirma Chiara Lubich, fundadora del movimiento católico de los Focolare (los mismos que el viernes inundaron de pancartas de “santo súbito” la plaza de San Pedro).

La tradición es que la Iglesia beatifique y luego canonice a cristianos considerados modélicos solo muchos años o incluso siglos después de su muerte. Los beatos pueden ser adorados en iglesias locales y los santos en todo el mundo.


Expertos divergen sobre la duración

Los vaticanistas más prudentes advierten la especial dificultad de impulsar el proceso de canonización de un pontífice como Juan Pablo II, que tuvo un largo reinado y fue tan profuso en escritos y alocuciones públicas.

La Congregación para la Causa de los Santos, aun en el caso probable de que estuviera determinada a agilizar el proceso, tendría que estudiar detenidamente cada texto y cada grabación. Un trabajo que podría llevar años.

Asimismo, las leyes canónicas establecen que el primer paso para la beatificación y posterior canonización debe desarrollarse en el tribunal diocesano local (en Polonia, en este caso) y durar un mínimo de cinco años, tras los cuales el caso se traslada efectivamente al Vaticano. Solo la intercesión papal puede agilizar esos tiempos, y eso es lo que ha querido manifestar Navarro

Valls al decir que el proceso está en manos del próximo papa.

Así sucedió en el caso de Santa Teresa de Calcuta, beatificada por impulso del mismo Juan Pablo II en solo seis años en 2003.

Tiempo récord

Sin embargo, el presidente de la Asociación de Derecho Canónico de Chile, sacerdote Augusto Rojas, estimó que la canonización de Juan Pablo II sería rápida y podría tomar solo un año.

En entrevista con Radio Cooperativa, el religioso acotó que la fama de santidad del pontífice favorecerá las gestiones en el Vaticano.