Los líderes mundiales, reunidos frente al Papa
Redacción de Mundo
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Sin importar cuál ha sido la relación entre los asistentes al funeral de Juan Pablo II, los líderes mundiales —presidentes, primeros ministros y reyes— estuvieron presentes.

residentes, primeros ministros y reyes se congregaron como el resto de los mortales para asistir, ayer, al funeral del papa Juan Pablo II, donde el orden alfabético determinó el lugar de cada uno, independientemente de sus relaciones entre sí.

El presidente estadounidense, George W. Bush, y el presidente francés Jacques Chirac —distanciados por la invasión y ocupación de Iraq— solo estaban separados por sus esposas en sus asientos de segunda fila a la derecha del altar, frente a la basílica de San Pedro.

A un costado en la misma fila estaba el presidente iraní Mohamed Jatami, quien saludó al presidente sirio Bashar Asad antes de ocupar su asiento. Washington mantiene relaciones tensas con Siria y ninguna con Irán.

Más de cien delegaciones oficiales asistieron al funeral, una de las mayores convocatorias religiosas de los tiempos modernos. El orden de los asientos se hizo utilizando el francés, el idioma tradicional de la diplomacia.

En la primera fila alcanzó a estar el rey Juan Carlos de España, adelante del presidente de Estados Unidos. Carlos tenía planeado originalmente formalizar ayer su matrimonio con Camilla Parker Bowles, pero corrió la ceremonia para hoy a fin de asistir al funeral.

Una fila más atrás de Bush y Chirac estaba el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, a dos asientos de distancia del príncipe Carlos de Gran Bretaña. Sobre Mugabe pesa una prohibición de entrada a la Unión Europea, que no se aplica al Vaticano, lo que le permitió asistir a la ceremonia.

Unión religiosa

La delegación de la Polonia natal del papa incluyó al ex presidente Lech Walesa, fundador del movimiento Solidaridad, el cual derribó el comunismo polaco entre 1989-1990.

El grupo de líderes fue una muestra inusual de pluralidad religiosa: los cardenales católicos con sus atuendos de color escarlata, clérigos ortodoxos de negro, árabes con la cabeza cubierta de blanco, los judíos con sus yarmulcas, representantes del Asia Central con gorras de lana de oveja y algunas mujeres con velos.

El funeral ya había suscitado algunas tensiones diplomáticas. China dijo el pasado jueves que no enviaría una delegación al funeral, pues el Vaticano mantiene relaciones con Taiwán. El presidente taiwanés sí asistió.