Homilía conmovió a miles

Agencias
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“No olvidaremos nunca cómo, en este último domingo de Pascua de su vida, el Papa, marcado por el sufrimiento, apareció una vez más en la ventana del Palacio Apostólico”, dice Ratzinger.

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Con palabras de Jesucristo al primer pontífice de la historia, el alemán Joseph Ratzinger, decano del Colegio de Cardenales, despidió al papa Juan Pablo II durante la homilía que pronunció este viernes en la misa de funeral celebrada en la basílica de San Pedro.

Estos son los principales puntos de su alocución: “‘Sígueme’, dice el Señor resucitado a Pedro (...) ‘Sígueme’, estas palabras de Cristo pueden ser consideradas como la clave para entender el mensaje de la vida de nuestro añorado y bien amado Juan Pablo II”.

“‘Sígueme’. Desde que era un joven estudiante, Karol Wojtyla se entusiasmaba por la literatura, por el teatro, por la poesía. Trabajando en una fábrica química, rodeado y amenazado por el terror nazi, escuchó la voz del Señor”.

“Fue realmente a todas partes, e incansablemente, para llevar un fruto que permanece: ‘¡Levántense, vamos!’. Con estas palabras nos rescató de una fe cansada, del sueño que padecen los discípulos de ayer y de hoy. ‘¡Levántense, vamos!’, nos dice todavía hoy.”

“El Santo Padre fue sacerdote hasta el final porque ofreció su vida a Dios por sus corderos y por la familia humana entera.

“Nuestro Papa, lo sabemos todos, nunca quiso preservar su propia vida ni guardarla para él, sino que quiso entregarse él mismo sin reservas, hasta el último momento, por Cristo y por nosotros también (...) El amor de Cristo fue la fuerza dominante de nuestro bien amado Santo Padre. Los que lo vieron rezar, los que lo vieron predicar, lo saben bien. Así, gracias a su profundo arraigamiento en Cristo, pudo soportar una carga que supera las fuerzas puramente humanas: ser el pastor del rebaño de Cristo, de su iglesia universal.”


 

El texto en el féretro de Karol Wojtyla

El texto hace un resumen de la vida del pontífice en Roma, como obispo auxiliar y luego arzobispo en Cracovia.

En el féretro del papa Juan Pablo II, fue colocado un texto en el que se recogen los datos principales de su vida y sus actuaciones como pontífice, así como sus logros y los escritos que ha dejado. A continuación, un extracto de lo que señala el “rollo” en traducción de la agencia DPA:

“En la luz de Cristo resucitado de la muerte, el 2 de abril del año del Señor 2005, a las 21:37 de la noche, cuando llegaba a su fin el sábado y entrábamos en el día del Señor, el octavo después de Pascua y de la Divina Misericordia, nuestro querido pastor de la Iglesia, Juan Pablo II, ha pasado de este mundo al del Padre. Toda la Iglesia en plegaria ha acompañado su tránsito, especialmente los jóvenes.

Juan Pablo II fue el 264.º papa. Su memoria permanece en el corazón de la humanidad entera.

Karol Wojtyla, elegido papa el 16 de octubre de 1978, nació en Wadowice, ciudad a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920 y fue bautizado dos días más tarde (...). A partir de 1942, sintiéndose llamado al sacerdocio, acudió a los cursos de formación del seminario clandestino de Cracovia. El 1.º de noviembre de 1946 fue ordenado sacerdote por el cardenal Adam Sapieha.

Bajo su guía, la Iglesia ha entrado en el tercer milenio y ha celebrado el Gran Jubileo de 2000, según las líneas indicadas en la Carta Apostólica del Tercer Milenio”.