MASIVA CELEBRACIÓN. Miles de fieles se reunieron en la plaza de San Pedro para participar en la misa en la que se conmemoró el 25 aniversario del nombramiento del papa Juan Pablo II.

50 mil fieles asisten a conmemoración de 25 años de Papado

Papa Juan Pablo II firme en su misión

aticano/Agencias
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El pontífice, que dejó en claro que piensa seguir con su labor al frente de la Iglesia, agradeció a todo el mundo la ayuda que le han prestado y pidió a todos sus fieles que sigan rezando por él.



Papa Juan Pablo II
  Consciente de mi fragilidad humana, Jesús me da la fuerza para responder con seguridad, como Pedro (...) y a asumir las responsabilidades.”  
 
  Hoy, hermanos y hermanas, estoy feliz de compartir con ustedes una experiencia que se ha vivido durante un cuarto de siglo.”  
   
      Os pido que no interrumpáis esa gran obra de amor. Os lo pido de nuevo, ayudad al Papa a servir al hombre y a toda la humanidad.”  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A la misma hora en que fue elegido Papa hace 25 años, el anciano y enfermo Juan Pablo II, reiteró ayer su deseo de seguir asumiendo la “responsabilidad que Dios le ha confiado”, dando a entender que proseguirá al frente de la Iglesia.

El débil y emocionado Papa, presentaba ayer un buen aspecto físico, dentro de sus limitaciones, cuando fue transportado en medio de unos 50 mil fieles a la plaza de San Pedro, lugar donde hace un cuarto de siglo se dirigió a los católicos como nuevo pontífice.

Aplaudido por los miles de peregrinos, el Papa, de 83 años, recordó el día de 1978 cuando fue elegido por el Colegio Cardenalicio y dijo que tembló bajo el peso de la responsabilidad sobre sus espaldas.

Su cuerpo tiembla ahora a causa de la enfermedad de Parkinson y los dolores artríticos que lo afectan, pero el Papa nacido en Polonia dejó en claro que tiene la intención de permanecer en la Silla de Pedro como pastor de los mil millones de católicos del mundo hasta su muerte y que no renunciará, como algunos habían especulado.

“A sabiendas de mi fragilidad humana, Jesús me anima a responder con confianza como Pedro: ‘Señor, tú sabes todo, tú sabes que te amo’. Y me invita a asumir la responsabilidad que Él mismo me ha confiado”, afirmó.

Juan Pablo II agradeció a Roma y a todo el mundo la ayuda que le han prestado y pidió a todos sus fieles que sigan rezando por él.

Concluida la ceremonia, saludó en ocho idiomas, entre ellos español, en el que dijo: “Gracias por la adhesión a las enseñanzas de la Sede Apostólica”.

Emoción y tristeza

Durante la misa, la emoción y la tristeza reinaron entre los fieles presentes en el Vaticano.

“Sufrimos por él, dependemos de su respiración”, confesó el francés Bruno Colombier, resumiendo el sentimiento de los que acudieron a la plaza de San Pedro.

“Era muy importante para mí venir y estar aquí. Juan Pablo II supo entrar en el corazón de los fieles y por eso lo amamos tanto”, explicó el italiano Nicola Costa.

La voz del Papa, débil, se perdía entre la multitud, y los largos silencios que se toma terminaban por inquietar a los creyentes, que intentaban darle confianza y apoyo con sus aplausos y vítores.


Polonia celebra con fervor

Las miles de iglesias del país recibieron a los fieles para festejar el 25 aniversario de la nominación del Papa polaco.

Polonia celebró con fervor durante casi una semana los 25 años de pontificado de Karol Wojtyla, poniendo ayer a esos festejos con campanadas y misas en las iglesias del país para conmemorar el momento del anuncio de la elección del Papa.

A las 5:15 de la tarde, hora en que según los polacos fue elegido Karol Wojtyla hace 25 años, las campanas de miles de iglesias de ese católico país de 38 millones de habitantes repicaron incesantemente durante minutos, según varias fuentes.

Incluso el particular campanario de la capilla del rey Segismundo I del castillo de Wawel en Cracovia (sur), la ex capital polaca, entró en funcionamiento, algo que sólo ocurre en los grandes acontecimientos de la historia de Polonia.

Además, durante todo el jueves se celebró el acontecimiento en Wadowice, la ciudad natal de Juan Pablo II, donde la alcaldía se decidió poner a una calle el nombre de Edmund Wojtyla, hermano del Papa, un médico fallecido en 1932.

El primer presidente poscomunista y ex líder de Solidaridad, primer sindicato libre creado en 1980, Lech Walesa, resumió el sentir de los polacos antes de viajar a Roma para asistir a las celebraciones: “Juan Pablo II ha sido para mí quien ha unido todos nuestros actos como los eslabones de una cadena”.


Wojtyla casi no llega a su cónclave

El ahora papa Juan Pablo II casi se pierde el cónclave en el que fue electo debido a un problema del vehículo en el que viajaba.

Con predecesor. Fotografía de octubre de 1978 de una reunión entre el papa Juan Pablo I (izq.) y quien sería su sucesor, el cardenal Karol Wojtyla.

A las 4:17 de la tarde del 16 de octubre de 1978, salió de la chimenea colocada en la capilla Sixtina la fumata blanca que anunciaba al mundo que había un nuevo Papa. 26 minutos después el cardenal Pericles Felici anunciaba al mundo que el pontífice era el cardenal Wojtyla, que a punto estuvo de no poder entrar en el cónclave que lo eligió.

Y es que según se supo después, Karol Wojtyla había decidido la mañana de ese miércoles visitar el santuario de la Mentorella, a unos 50 kilómetros de Roma, y cuando regresaba al Vaticano en la tarde, para entrar en el cónclave, se rompió el automóvil en el que viajaba.

El cardenal se fue hacia una carretera cercana y se puso a hacer autostop.

Paró un autobús de línea que lo llevó a una localidad cercana y allí pudo tomar otro automóvil y llegar al Vaticano con el tiempo justo para entrar en la Capilla Sixtina. Algunos dicen que el Papa llegó puntual, otras fuentes aseguran que con un “ligero retraso”.

Karol Wojtyla fue el elegido y haciendo caso al cardenal primado de Polonia, Stefan Wyszynski, que le dijo “si te eligen, te ruego que no te niegues”, aceptó.