Iniciando el camino a la santidad
El estoicismo para soportar los tiempos de crisis en su país, vivir de cerca la falta de libertad y el acoso de un régimen, ayudaron a que en él habitara el anhelo por la paz y la democracia.

Citas
 
  Es vital que el llamamiento de Cristo a hacer discípulos sea anunciado y vivido con convicción por cada cristiano.”  

Mientras estuvo la ocupación alemana en Polonia, Wojtyla asistía semanalmente a reuniones de carácter religioso dirigidas por el padre Mazerki, quien era el encargado de impartir las charlas.

En 1942, se inscribió en un seminario clandestino, el cual fue fundado por el cardenal de Cracovia, Adam Sapieha. A la par de los estudios teológicos, también seguía desempeñando el trabajo de obrero y su amor hacia las artes seguía latente. Además de estas actividades, igualmente, participaba en una organización clandestina, que destinaba refugio y documentación falsa a los judíos, con la finalidad de salvarlos de la muerte.

Poco tiempo antes de que Cracovia fuera liberada, el cardenal Sapieha tuvo que esconderlo junto con los otros seminaristas en los sótanos del palacio Arzobispal, ante las continuas redadas que los nazis hacían al temer la pérdida del poder.

Haciendo eco del llamado

En el Seminario Mayor de Cracovia, un 1 de noviembre de 1946, día de los Santos, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote. Al siguiente día, el de los difuntos, celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel, concelebrada por el padre Figlewizk, su confesor y amigo personal. El cardenal Sapieha, que siempre vio en él a un futuro dirigente eclesial, adelantó su ordenación sacerdotal para que pudiera ir a Roma a concluir sus estudios teológicos.

Así, pudo incorporase al curso 46-47 del Pontificio Ateneo Angelicum de la capital italiana, donde se doctoró en dos años.

De nuevo en Polonia, su primera parroquia fue la Universitaria de San Florián, en Cracovia. Solo así, pudo volver a matricularse en la Universidad Jaguellónica, para convalidar sus estudios teológicos. En 1953, concluyó su tesis y pudo enseñar en su país. El año en que se doctoró, 1954, los comunistas polacos cerraron la Jaguellónica, donde él daba clases de ética. Pero permaneció abierta la Universidad Católica de Lublin, a 340 km de allí, lo que le permitió continuar con la docencia a pesar de la distancia.

Obispo de Cracovia

El 23 de septiembre de 1958, Karol Wojtyla es nombrado obispo auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del Episcopado Polaco. Durante todo el proceso fue apoyado por el cardenal primado de Polonia, Stefan Wyszynski y debido a su nueva investidura, tuvo que renunciar a sus facetas de literato y deportista.

El 13 de enero de 1964, Mons. Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como obispo titular sustituyendo al recién fallecido monseñor Baziak.

La ruta hacia Cardenal

El 26 de junio de 1967, Karol Wojtyla, a los 47 años de edad, fue investido como cardenal por el Papa Pablo VI. Esta condición suponía que debía diseñar y ostentar un escudo cardenalicio que, debido a su devoción por la Virgen María, fue dedicado a la Madre de Dios.

En 1974, el cardenal Wojtyla ordenó a 43 nuevos sacerdotes, en la ordenación sacerdotal más numerosas desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.

El 6 de agosto de 1978 murió Pablo VI, a él le sucedió Juan Pablo I, el 26 de agosto de 1978, pero el Papa conocido por su sonrisa, solamente duró 33 días y abrió nuevamente el debate por quien sería el nuevo sucesor de Pedro. El 14 de octubre de 1978, Wojtyla se unió, como parte de los 111 cardenales de la Iglesia, a un nuevo cónclave electoral.