“Si te eligen, espero que aceptes”: Stefan Wyszynski
Juan Pablo II ha guiado uno de los diez pontificados más largos de la historia eclesial. Siempre, a pesar de las adversidades, ha sido fiel e incansable en la tarea de suceder a San Pedro.

Citas
 
  Solo si Cristo se hubiera bajado de la cruz, yo tendría derecho a renunciar. Aún tengo muchas ganas de trabajar.”  

Hace 25 años, el Concilio Cardenalicio fue convocado otra vez para un nuevo cónclave y elegir al pastor 263° del pueblo católico, luego de la repentina muerte de Juan Pablo I.

Tras largas deliberaciones, la reunión del 15 de octubre no llegó a elección alguna y una densa humareda negra brotó de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que la votación había fracasado.

En la tarde del 16 de octubre de 1978, el otoño romano vio cómo el humo blanco que salía de la misma chimenea anunció la elección del heredero del lugar que había dejado “el Papa de la sonrisa”.

Ante el júbilo de miles de católicos reunidos en la plaza San Pedro, y después de una larga espera, el cardenal Pericles Felici anunció al mundo: “¡Habemus Papam!” (Tenemos Papa).

Después de cuatro siglos en que el trono de San Pedro era privilegio de los pontífices italianos, el cónclave electoral eligió al primer Papa extranjero y al más joven de todos: Karol Wojtyla, quien en ese entonces tenía 59 años. Un desconocido cardenal de Polonia, a quien solo los católicos polacos conocían, apareció por el balcón principal de la fachada de la Basílica de San Pedro.

Pocos días después, el 22 de octubre, Karol Wojtyla fue investido como Sumo Pontífice y tomó el nombre de Juan Pablo II, convirtiéndose en el 264° Papa de la Iglesia Católica.

Duras pruebas

En los 25 años que está por cumplir al frente del Vaticano, Juan Pablo II ha tenido que enfrentar duras pruebas que han puesto en vilo su vida. Una de las más conmocionantes fue la del 13 de mayo de 1981, cuando el Santo Padre fue alcanzado por tres disparos, mientras realizaba un recorrido en la Plaza de San Pedro. Un proyectil le impactó atravesándole el abdomen, otro le alcanzó la mano izquierda y el tercero, el brazo derecho. Además, dos feligreses resultaron heridos. El pontífice fue trasladado de emergencia a un centro hospitalario, donde fue intervenido quirúrgicamente por más de 5 horas. El agresor fue detenido e identificado como Mehmet Alí Agcá, de nacionalidad turca.

Después del perdón de Juan Pablo II, el atacante fue puesto en manos del gobierno turco, donde se encuentra encarcelado. Según publicaciones británicas, también fueron planeados otros tres ataques más contra el pontífice de la Iglesia Católica en Portugal (1982), en Filipinas (1995) y en Siria ( 1999).