fsta16072009vrant11p

El 16 de febrero de 1947, Mauricio Monge se inmortalizó en la historia de Club Deportivo FAS, al sugerir el nombre para el equipo. El 30 de mayo de 2009 se fue de esta vida para ver eternamente desde arriba los partidos del equipo azul y rojo.

Carlos García

Cuentan que la noche era plena en la ciudad morena, aquel 16 de febrero de 1947, y en el segundo piso de la escuela José Mariano Méndez (ahora en ruinas) estaban reunidos varios hombres organizando la fundación de un equipo santaneco para competir en el torneo nacional de fútbol.

Entre ellos había un chico de 17 años, Mauricio Monge, estudiante del Colegio Santaneco, quien falleció hace unas semanas, pero que en enero del año 2007 pude entrevistar.

Aquella tarde, en la sala de su casa, ubicada en el centro de Santa Ana, calentaba el tema de la conversación mientras caminaba apoyado en su bastón, hasta que se sentó y comenzó a soltar el recuerdo en palabras que recrearon aquel histórico momento.

“La reunión comenzó como a las 8:00 p.m. y duró dos horas. Estaban don Manuel Monedero, Ricardo Vaídes, Samuel Saldaña, que fue el primer presidente, Lino Medina, que era jugador también, Julio Castro y Domingo Castro, entre otros”, dijo.

Ellos tomaron como base a equipos santanecos como Orión, Cosmos, Ral, Unión, Los 44, Santa Lucía, Juventud Bostoniano y Colombia, para formar un club, cuyo nombre sería sometido a concurso.

Asociados por Aliados
Con tal fin recibieron varias propuestas, y días más tarde, la directiva reveló cuál había ganado, siendo este el de Futbolistas Asociados Santanecos, el cual se reduce a la composición de las iniciales de sus tres palabras: FAS.

“El nombre se lo puse yo”, recordó con orgullo Monge, aunque reconoció que complementó una idea de Julio Castro (QDDG) uno de los directivos del equipo, quien por ejercer dicho rol, no podía participar.

Así que ellos dos se pusieron de acuerdo para crear la nominación, que inicialmente era Futbolistas Aliados Santanecos. Monge cambió la segunda palabra por la de Asociados, y esto él lo ilustró diciendo que: “Fue como que me hicieran el pase y yo metiera el gol”.

Por haber ganado el concurso del nombre para el equipo santaneco, don Mauricio Monge se hizo acreedor a tres libros de cocina, cortesía de la Librería Aquino, propiedad de José León Aquino, uno de los fundadores de FAS. “Nunca los usé, yo no puedo cocinar”, comentó entre risas.

El premio era lo de menos para Monge, pues aquella mágica noche de 1947 no solo lo marcó como protagonista de las historia de un equipo de fútbol, sino también lo comprometió a ser un fiel hincha. “Después de eso me convertí en el fanático número uno de FAS, y también me hice famoso”, aseguró.