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“Si mi abuela no echara pupusas, no comeríamos”
La libra de frijoles antes costaba menos. Lo sé porque todos los días me toca ir al mercado en Soyapango, donde voy a comprar frijoles y arroz. Antes, por ejemplo, la libra de frijol costaba $0.65 y, ahora, un dólar o más. Lo sé porque desde que tengo memoria mi abuela y mi mamá echan pupusas en la entrada del pasaje de esta colonia que se llama La Campanera (Soyapango). Aquí he vivido todos mis trece años. Me llamo Benjamín, pero me dicen Mincho.Gabriel Labrador Aragón
Si mi abuela no echara pupusas, periodista, no comeríamos ni yo ni mis hermanos. No exagero, pero me da cierta risa ahora que usted me pregunta. Quizás es por pena. Y por eso es que voy al mercado, periodista, para que mi abuela pueda hacer pupusas. Pero las cosas cada día van más caras, debería ser más barato todo, ¿verdad? Así tendríamos el pisto que necesitamos. Yo digo que ese es de los principales problemas del país.
¿La delincuencia? No, esa es otra cosa, porque por la preocupación del dinero es que mi abuela se enfermó de artritis. Deberíamos ayudarle siempre a los ancianitos porque, por ejemplo, los doctores dicen que mi abuela se puso mal de ver que los precios aumentaban, dicen que tenía una artritis nerviosa y que le iba a costar caminar. Yo, y mi primo de ocho años, somos los únicos que vivimos con ella.
Mi mamá vive en otra casa del pasaje. Ahí vive con mi padrastro, a quien no le hablo, junto a mis dos hermanos menores. Ella me tuvo cuando tenía 19 años, yo fui el segundo. El primero nació cuando mi mamá tenía como 15 años, cuando estudiaba séptimo grado en el centro de Soya. Ella dejó la escuela. Con los años, se vino con mi papá a vivir a La Campanera, en donde yo nací. Nunca se casaron, se pelearon y ahora mi papá está en Estados Unidos. Lo deportaron dos veces, y la última vez se fue de nuevo porque supo que mi mamá estaba embarazada del otro señor.
Ahora mi mamá cree que está embarazada otra vez. Dicen que va a ser niña.
Y pensar, periodista, que si sigo estudiando, para el otro año habré estudiado más que mis papás. Ahorita voy a sexto, soy de los más aplicados y me gusta colaborar en lo que pueda. Hoy, por ejemplo, había quedado de venir a la escuela al mediodía, a ayudar a limpiar. Me gusta bastante exponer en las clases.
¿Si me hacen falta mis hermanos? A los pequeños los veo siempre, dos de ellos estudian en la escuela. Al mayor casi no lo veo porque vive en San Martín con mis tíos. Solo viene cuando mi papá manda dinero.
Y hablando de mis tíos, periodista, ¿sabe lo que pienso cuando me subo en el carro de ellos? Que quiero estudiar mecánica automotriz, que quiero ser mecánico. Me gustan las matemáticas. ¿Que si quisiera también diseñar los carros? También, aunque nunca había pensado en eso. Desde pequeñito me han gustado los carros, no sé por qué. Igual que el fútbol, el Real Madrid y Cristiano Ronaldo. Hasta he pensado que si no puedo estudiar, por no poder pagar, probaría suerte en el fútbol. A mí me darían permiso de ir a todas esas cosas, pero el problema es no tener el “pisto”.
Yo juego mucho. A la cancha de allá abajo viene un “maitro” a entrenarnos los martes, jueves y sábados. A veces se lleva a una selección para ir a jugar a otras canchas. Siempre iba, pero desde hace cuatro meses no porque en otra colonia quisieron matar a uno de los mayores. Lo estaban confundiendo con pandillero. Hay cosas que no me gustan de vivir aquí, pero tampoco es tan difícil como se cree.
Vivir aquí es chivo
Por las noches voy donde mi novia. Tiene catorce años, y va a quinto grado. Me gusta mucho, yo le digo “Chele” y ella me dice “Negro”, y cuando llego a mi casa de regreso comemos con mi abuela y vemos tele. Después me acuesto, y al día siguiente hago la limpieza y voy al mercado. ¿Que si tengo mejores amigos? No, periodista, no puedo confiar en nadie.
No, no es por la delincuencia. Ese es otro problema. La delincuencia no debería ser así porque todos somos personas. Me gustaría que dejaran de matarse entre sí los pandilleros y dejaran de matar a los “maitros” de los microbuses. No sé por qué lo hacen. En las noticias sale que la Policía los agarra pero aquí no, solo en darles duro piensan. Una vez me pegaron a mí. La delincuencia no debería ser así.
“Y pensar, periodista,
que si sigo estudiando, para el otro año habré estudiado más que mis papás.”
¡Chala! ,sipote te admiro mucho por ¡como te expresas! , como sabes de la situacion;sigue ayudando a tu abuela ,quierela mucho.
No seas tan contagioso;
cuidat’ Dios t’ bendiga
S.juan:3-16=
Porque de tal manera amó Dios al mundo,que ha dado a su Hijo unigénito,para que todo aquel que en él cree,no se pierda,mas tenga vida eterna.
¡Cristo te ama!