Impreso por jramirez el 09/12/01 a las 8:42PM horas
Jueves 13 de septiembre de 2001
LA PRENSA GRÁFICA
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ORACIÓN.
La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Rose Linkins (izquierda), ofrece una oración por las
víctimas de los atentados terroristas ocurridos en Nueva York y Washington, durante un acto en la embajada es-
tadounidense a la que asistió el Presidente Francisco Flores y su esposa .
F
OTOS DE
LA PRENSA,
POR
V
LADIMIR
L
ARA Y
A
LBERTO
M
ORALES
.
RUBÉN ZAMORA DESDE WASHINGTON D.C.
El día que cambiaron las cosas
Embajada reanuda actividades
La Embajada de Estados
Unidos en El Salvador reanuda
sus labores desde este día.
Así lo anunció la embajadora
de ese país, Rose Likins,
durante una conferencia
informativa.
“Regresamos a operaciones
normales, vamos a atender al
público. Las reuniones que
Gobierno sin datos
sobre salvadoreños
están programadas van a seguir
adelante. El gran deseo de nuestro
Gobierno es mostrar con hechos
que los terroristas no tendrán éxito
en asustarnos. Vamos a seguir con
medidas prudentes de seguridad
para todos los que trabajan aquí y
nos visitan”, explicó.
Así, las personas que tenían
cita programada para el pasado
martes 11 de septiembre deben
regresar entre el 17 y el 20 de
septiembre.
Mientras que los del miércoles
12 de septiembre deben hacerlo
del viernes 21 al miércoles 26 de
septiembre.
Para cualquier otra consulta, el
teléfono de la embajada es el 278-
4444.
R
AFAEL
G
ARCÍA
POLITICA@LAPRENSA.COM.SV
El Presidente de la República,
Francisco Flores, confirmó ayer el
fallecimiento de la salvadoreñaRo-
sa Pocasangre de Barrera.
Ella viajaba en uno de los avio-
nes que se estrelló contra las torres
gemelas de Nueva York.
El mandatario además dijo que
se temía la muerte de más compa-
triotas en el World Trade Center.
Pero no hay números precisos,
ni nombres.
“No tenemos, en este momento,
una cifra de desaparecidos, ni una
cifra de fallecidos”, admitió.
El Presidente, sin embargo, cree
quehay razones para temer lopeor:
“Hay una cosa que es bien obvia y
es que enelWorldTradeCenter tra-
bajaba una enorme cantidad de
gente y creo que debemos suponer
que hay salvadoreños fallecidos”.
Flores explicó que la investiga-
ción en Estados Unidos se encuen-
tra en su etapa preliminar, en la
cual no hay una dimensión de la ci-
fra de desaparecidos.
De los cuatro aviones secuestra-
dos, tres tenían como destino Los
Ángeles, donde residen casi 2 mi-
llones de salvadoreños.
Ofrece condolencias
El jefe de Estado, ofreció, ayer
por la tarde, sus condolencias de
forma personal a la embajadora es-
tadounidense en El Salvador, Rose
Likins.
El pésame lo extendió al perso-
nal estadounidense de la sede di-
plomática.
Ataque a la libertad
Flores reiteró su rechazo a los
actos terroristas.
Por su parte, la embajadora es-
tadounidenseagradecióel gestodel
Presidente salvadoreño.
“Quiero agradecer su amistad
extraordinaria por acompañarnos.
Todos lo que queremos a la libertad
a la democracia y los que queremos
vivir libres somos los que fuimos
atacados ayer”, expresó.
Aclaró queEstadosUnidos no se
detendrá en su trabajo debido a es-
tos ataques. “Nosotros estamos con
un sentido profundo de dolor y tris-
teza, pero con una determinación
de seguir trabajando con los países
amigos que comparten nuestros
valores democráticos”, sentenció.
El martes, Flores recibió a la
embajadora estadounidense en la
sede de la Casa Presidencial.
Ese día, dijo el gobernante, con-
versaron sobre los sucedido en Es-
tados Unidos, además de temas de
comercio bilateral e inmigración.
El mandatario salvadoreño se
hizo acompañar ayer de la Primera
Dama, Lourdes de Flores y de algu-
nos miembros del gabinete entre
ellos, la canciller salvadoreña, Ma-
ría Eugenia Brizuela de Ávila; el
ministro de Gobernación, Francis-
co Bertrand Galindo; el director de
la Policía Nacional Civil, Mauricio
Sandoval, y el primer designado a
la presidencia, Roberto Murray
Meza.
Un vehículo militar en
cada esquina enciende
el foquito de la alarma y
siembra la duda:
¿ganaron los
terroristas? ¿cómo
será Washington de
ahora en adelante?
R
EDACCIÓN DE
N
ACIONALES
NACIONALES@LAPRENSA.COM.SV
Un político salvadoreño se en-
contraba en Washington D.C. en el
momento en que un avión de Ame-
rican Airlines se estrelló contra un
costado del Pentágono.
Rubén Zamora describe cómo
las actitudes de la gente de la calle
cambiaron radicalmente, al identi-
ficarse todos como víctimas. Pero
teme que Estados Unidos no vuelva
a ser el mismo.
“Ayer (el martes) fue un día te-
rrible. Pero también, undía extraño.
Estaba trabajando en mi oficina y
salí a llenar mi taza de café en la sa-
la de recepción del Wilson Center.
El televisor estaba encendido y
un grupo de investigadores y perso-
nal administrativo estaban senta-
dos o parados en torno a él.
Fue laprimera indicaciónde que
algo grave había sucedido. Luego,
los acontecimientos se fueron pre-
cipitando: sonó la alarma del edifi-
cio —el más grande de Washington,
después del Pentágono—, las luces
empezaron a relampaguear y el sis-
tema interno de parlantes anunció
que, con excepción de los investiga-
dores, había que irse a las casas.
Asistimos al espectáculo televi-
sado de una ciudad paralizada,
mientras del Pentágono emergía
una inmensa columna de humo.
Después de dos o tres horas, salí
de mi oficina y me encontré en la
Avenida Pensilvania —que termina
en el Capitolio— desierta.
Caminar por las calles de
Washington en esamedia tarde fue
un ejercicio surreal: las oficinas y
negocios cerrados, casi no circula-
ban vehículos, “jets” militares so-
brevolando el cielo, la Policía acor-
donando calles y los sin casa dur-
miendo tranquilamente bajo la
marquesina del Teatro Nacional.
Pero cosa maravillosa: los po-
cos transeúntes que nos encontrá-
bamos en el camino hicimos algo
quenuncahe visto enninguna ciu-
dad del primer mundo: saludar a
un extraño. La tragedia era de tales
proporciones que nos obligaba a
reconocernos como víctimas.
Hoy (ayermiércoles), la ciudad
está despertando. Pero aparecen
cosas nunca vistas: en cada esqui-
na, a lo largo de avenidas princi-
pales, hay un vehículo militar.
Me pregunto: ¿Va a iniciarse
una discusión sobre quién tuvo la
culpa por no prevenir lo que pasó?
¿Quién falló: la CIA debió tener
mejor inteligencia, el FBI se dur-
mió, o el viejo senador Church
(Q.E.P.D) es responsable por ha-
ber atado las manos a la CIA?
Esa discusión, que es inevita-
ble en este país, no va a tener co-
mo resultado final que los vehícu-
los militares se queden perma-
nentemente en las calles de
Washington. Esperemos que no.
Pues de lo contrario, los terroris-
tas ganaron”.
Rubén
Zamora.
TERMINARÁ
CIERRE DE VÍA