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Impreso por erodas el 09/13/01 a las 10:31PM horas
Ó
SCAR
D
ÍAZ
/C
AROLINA
L
INARES
DEPARTAMENTO15@LAPRENSA.COM.SV
Luego de que el
primer avión se estrelló contra una
de las torres gemelas, la salvadore-
ñaElsyCarolinaOsorioOliva, de 27
años, llamó tres veces a sumadre y
a su padrastro para informarles lo
que estaba sucediendo.
El relato era dramático. El fuego
prácticamente rodeaba el área don-
de ella se encontraba, según contó a
LA PRENSAGRÁFICA Juana Teja-
da, tía de Elsy Carolina y que tam-
bién reside en Nueva York.
Minutos después perdieron co-
municación, y temieron lo peor.
Dos días después, la familia aún
espera con ansias información so-
bre su paradero.
“Nonos resignamos, aúnhay es-
peranzasdeencontrarla”, dijoTeja-
da.
Desde el día de la tragedia han
visitadohospitales, aferrándose a la
esperanza de encontrarla con vi-
da.
Próximo matrimonio
Elsy Carolina trabajaba como
secretaria y asistente en computa-
ción enuna firma de telecomunica-
ciones.
Junto con sumadre, padrastro y
dos hermanos menores, residía en
Flushing, en las afueras deManhat-
tan.
Su tía “Juanita” contó que el sá-
bado pasado la joven organizó una
reunión familiar para celebrar el
“Con otros
que estaban
en la misma
situación, nos
arreglamos
para alquilar
un cuarto de
hotel para seis
personas”,
afirmó.
“Afortuna-
damente, al
niño le doy
pecho”, comentó, refiriéndose a
la falta de dinero para sufragar
los gastos de alimentación.
Al autorizarse nuevamente
los vuelos internos, Mejía viajó
al esperado reencuentro fami-
liar.
Viernes 14 de septiembre de 2001
LA PRENSA GRÁFICA
26
SALVADOREÑA QUE TRABAJABA EN UNA DE LAS TORRES ESTÁ DESAPARECIDA
“No nos resignamos, aún hay esperanza”
BÚSQUEDA DE VÍCTIMAS.
Trabajadores utilizan maquinaria pesada para continuar con la búsqueda de las víctimas
del ataque al World Trade Center.
Foto
familiar de
Elsy
Carolina
Osorio, de
27 años.
Elsy Carolina Osorio se
comunicó tres veces
con su familia después
de que el primer avión
impactó en la torre
donde ella laboraba.
cumpleaños de su madre.
“Hizo la cena y estuvimos todos
compartiendo esa fecha especial”,
dijo.
Elsy viajó a Estados Unidos
cuando tenía 11 años. Según “Jua-
nita”, tenía planes de casarse a fina-
les de este año con su novio de ori-
gen colombiano.
Búsqueda de familiares
La Embajada de El Salvador en
Washington informó sobre dos nú-
meros telefónicos habilitados para
contribuir a la búsqueda de salva-
doreños desaparecidos en Nueva
York y Washington.
El embajador, René León, dijo
que también familiares pueden re-
gistrar a sus parientes enun sitio de
la página web de la sede diplomáti-
ca
www.elsalvador.org
Los números telefónicos son los
siguientes:
1-800-914-2835
en el
cual se atenderá durante las 24
horas.
Además, en horas de oficina
funcionará el
(202) 387-4766.
Misa el domingo
El funcionario informó también
sobre una misa en solidaridad con
las víctimas de los atentados que la
embajada realizará el domingo 16,
en la iglesiaEl BuenPastor, enWas-
hington D.C. La ceremonia está
programada para las 2:00 p.m.
S
ALVADOREÑOS DESAPARECIDOS EN
E.U.A.
A continuación, la lista de
compatriotas reportados como
desaparecidos al Ministerio de
Relaciones Exteriores:
Ada Luz Villeda
William López
Óscar Emilio Padilla
Francisca Trejo
Chita Arias
Milton Castro Marín
Benjamín Portillo
Ana Dinora Hernández
José Cristóbal Álvarez
Aurora del Rosario
Domínguez
María Martínez
Alberto Mendoza
Jorge Rosales
Miguel Rosales
María Elena Fontaner
Rosa Ramírez
Samuel Alexander Osorio
“Esos edificios fueron como mi casa”
Juan Carlos Guerra, de 54
años, conocía las torres del World
Trade Center como la palma de su
mano.
Guerra trabajó durante 25 años
en ese lugar. Con profunda cons-
ternación contó: “Esos edificios
fueron como mi casa, trabajé allí
por 25 años, para ser exacto”.
“Lo conocí de esquina a esqui-
na, pero por la avanzada edad de
mi madre decidí abandonar ese
lugar y estar más cerca de mi fa-
milia”, relató.
Su área de trabajo era el piso 91
de la torre norte. Allí se desempe-
ñó como corredor de bolsa.
Hace año y medio decidió
aceptar un empleo en Tegucigal-
pa, Honduras, para dirigir una
compañía estadounidense de se-
guros.
Pensó que era lo mejor y, ade-
más, estaría cerca de su familia en
El Salvador. Desde hace cincome-
ses vive en Santa Ana y maneja su
propio negocio.
Vuelven los recuerdos
Guerra recordó que cuando él
trabajaba allí conoció a muchos
compatriotas que laboraban en el
mismo edificio.
“Habían muchos salvadoreños
que limpiaban vidrios, que hacían
limpieza, vendían café, atendían
los ascensores, y gente que tam-
bién estaba preparada, como co-
rredores de bolsa, gente que traba-
jaba en centros de cómputo y que
quizás murieron”, lamentó.
A su mente inmediatamente
llegan los recuerdos de algunos
salvadoreños: Margarita, origina-
ria de Chalchuapa, de quien no re-
cuerda su apellido, pero sí que se
dedicaba a repartir café.
Además, Ana María Marro-
quín, originaria de Santa Ana,
quien trabajaba en el piso 90 enun
centro de cómputo.
L
A DEJARON EN
A
TLANTA
Juana Mejía
La salvadoreña Juana Mejía,
con su bebé en brazos, se dispo-
nía, elmartes, a abordar unavión
que la llevaría de Atlanta hacia
Houston, Texas.
Repentinamente, anunciaron
que el vuelo se suspendía hasta
nuevo aviso, debido a los ataques
terroristas, contó a la cadena te-
levisiva CNN en Español.
Con poco dinero para alimen-
tación y hospedarse, Mejía per-
maneció en el aeropuerto duran-
te varias horas, ya que la aerolí-
nea no se hizo cargo de los gastos
generados por la cancelación.
La compatriota dijo que iba a
reunirse con sus padres en
Houston, a quienes no había vis-
to durante 16 años.
AP/ LA PRENSA.
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