La villa de San Salvador se trasladó formalmente de Ciudad Vieja al valle de Zalcoatitlán a mediados de 1545, pero es posible que algunos pobladores ya estuvieran viviendo a orillas del río Acelhuate, en la parte de los actuales barrios de Candelaria y de La Vega.
Pedro Antonio Escalante Arce
Academia Salvadoreña de la Historia
Existe la tradición secular urbana de que San Salvador “nació” en la cuesta del Palo Verde, lo cual no está lejano de la realidad histórica, porque por ahí se levantaron las primeras casas y edificios. Es probable que haya habido un traslado de indígenas de las cercanías de Ciudad Vieja, desde los parajes de lo que más adelante será la hacienda La Bermuda, a lugares de asentamiento a poca distancia del nuevo San Salvador, porque aparecerá la villa con un rosario de pueblos alrededor del núcleo urbanizado, o no lejos de él, o los ya existentes vieron aumentar sus habitantes: San Jacinto, San Marcos Cutacúzcat, San Antonio Soyapango, San Antonio Cuzcatancingo, San Sebastián Ayutuxtepeque, Asunción Paleca, San Miguel Huizúcar, Santiago Aculhuaca, y otros, como Santos Inocentes Cuzcatlán. Además, el nuevo pueblo de auxiliares tlaxcaltecas y mexicas, el barrio de los Mexicanos, se convirtió en el más importante conglomerado mexicano en el lstmo después del de Santiago de Guatemala. Asimismo Paleca y Aculhuaca fueron lugares de indígenas auxiliares. Después, aparecerá el pueblo de San Sebastián Texincal, con un grupo de esclavos indígenas liberados a mitad del siglo XVI.
Con el permiso de traslado por la Real Audiencia comenzó el trazado a regla y cordel según el urbanismo español americano, a partir de la plaza de Armas, sitio de mercado (hoy plaza Libertad), con la cuadrícula más o menos uniforme que se observa en el núcleo histórico original de San Salvador, donde se diseñó otra plaza, la de Santo Domingo, a manera de gran atrio de la iglesia y convento de los dominicos, actualmente la plaza Gerardo Barrios.
La orden de Santo Domingo fue la primera en abrir convento a orillas del río Acelhuate (1551), del que utilizaron un ramal, en las cercanías de la después iglesia de Candelaria. Lugar donde es posible que también haya estado el primer hospital, el de Santa Bárbara, por la necesidad del agua. Este hospital sufrió los terremotos de 1575 -que describió el oidor Diego García de Palacio en su famosa carta al rey Felipe II, de marzo de 1576-, y luego probablemente lo destruyó el de 1594. Después, se organizó el hospital en las cercanías de la plaza de Santo Domingo. Igualmente, el convento dominico se trasladó por 1556 a solares que le donó el peninsular Nicolás López de Yrarraga para levantar la gran casa de frailes que existió en ese lugar hasta 1873.
La orden franciscana tuvo convento en el sitio donde estuvo el antiguo Cuartel de Artillería hoy Mercado de Artesanías. También, duró la edificación hasta 1873 y la iglesia tenía una pequeña plaza enfrente. La orden de Nuestra Señora de la Merced levantó iglesia y convento en el mismo lugar de la presente iglesia.
Asimismo, se edificaron las ermitas de la Presentación (después iglesia de San José), que albergó la imagen de la Virgen Conquistadora, así como las del Calvario, Santa Lucía, Concepción y San Esteban. La iglesia parroquial estaba en el lugar de la hoy iglesia del Rosario, un lugar del más alto significado histórico y religioso, que en tiempos modernos ha sido irrespetado por la ignorancia. Y allí también estará la primera catedral, desde 1842 hasta el terremoto de 1873, cuando se trasladó frente a la plaza de Santo Domingo, luego de destruido el convento. La plaza de Armas era el corazón urbano de la ciudad, con su gran fuente en el centro.
El templo parroquial del nuevo emplazamiento fue dedicado al Salvador del Mundo (los cronistas Vázquez y Juarros así lo mencionan), y ya no a la Trinidad, como en Ciudad Vieja, por el mismo nombre de la villa, además de que el día de la Transfiguración, 6 de agosto, se volvió importante en el calendario litúrgico y cívico. En la víspera y día, se realizaba el paseo del pendón real en San Salvador, con acompañamiento de los tlaxcaltecas del barrio de Mexicanos, que guardaban la espada de Pedro de Alvarado en su iglesia.
El cronista Vázquez apuntó lo de una batalla de la Transfiguración en 1526, pero es el único que lo dice y no consta documentalmente este suceso, pues tendría que haber sido testigo presencial Bernal Díaz del Castillo, quien acompañaba a Pedro de Alvarado exactamente en esos días en el viaje desde la Choluteca hacia Guatemala y tampoco la menciona, solamente una refriega al atravesar el río Lempa. Tal vez algo distinto hubo el 6 de agosto y bien podría haberse tratado de ese día de la inauguración formal, bendición e inicio del trazado de la nueva villa, como sucedió en Santiago de Guatemala con el día de Santa Cecilia, el 22 de noviembre, cuando se tenía el paseo del pendón real, y así lo mismo pudo haber sucedido en San Salvador.
San Salvador recibió su título de ciudad por real provisión de 27 de septiembre de 1546, firmada por el príncipe Felipe en nombre de su padre el emperador Carlos V. El documento original se perdió con los terremotos e incendios de San Salvador y se guardaba en los archivos del ayuntamiento; sólo existe actualmente copia en Sevilla, en el Archivo General de Indias.
En 1577, se convirtió la ciudad en sede de Alcaldía Mayor, con el territorio de toda la provincia de San Salvador, incluyendo San Miguel y su demarcación, nombrada también como provincia de San Miguel, con los alcaldes mayores iniciales nombrados por la Real Audiencia en Guatemala; además de siempre contarse con alcaldes ordinarios y cabildo. El primero de los alcaldes mayores fue Diego Galán, luego Juan Cisneros de Reynosa y Alonso de Nava, que marcaron el comienzo hasta que San Salvador se convirtió en Intendencia en septiembre de 1785.
Texto y fotos cortesía de la Academia Salvadoreña de la Historia.
La foto que vemos en este reportaje, de la iglesia es de ciudad vieja?