Insatisfacción con nueva forma de subsidiar gas
Edwin Segura
May 30, 2011
Más de la mitad de los salvadoreños rechazan el nuevo modelo de comercialización del gas propano, porque el nuevo subsidio no es generalizado y no siempre compensa por completo el nuevo valor de mercado del producto.
Escrito por Edwin Segura
Los salvadoreños no están contentos con la llamada focalización o racionalización del gas propano, según la encuesta más reciente realizada por LPG Datos, la unidad de investigación social de LA PRENSA GRÁFICA.
Para este estudio, realizado entre el 20 y el 22 de mayo, fueron entrevistados 1,200 ciudadanos en todo el país, lo que permite hacer inferencias sobre la opinión de toda la población, con un margen de error de 2.9% y un nivel de confianza del 95%.
En abril pasado, el Gobierno decidió cambiar el modelo de comercialización del gas propano. Con el modelo anterior, el Gobierno subsidiaba a las empresas que venden el gas y mantenía bajo el precio al consumidor, de manera artificial. Ahora se ha eliminado el subsidio a la oferta y se ha liberalizado el precio al consumidor.
Una parte del dinero ahorrado con la eliminación del subsidio a la oferta está siendo repartido entre los usuarios para compensar el aumento de precio del tambo de gas. El cálculo del Gobierno es que el dinero entregado a las familias beneficiadas compensaría por completo el precio del producto.
Actualmente, las familias al comprar gas pagan tres veces más por cada tambo, pero en el recibo de la energía eléctrica encuentran un vale por dinero que, en teoría, cubre el aumento de precio.
¿Y por qué todo este entuerto? El Gobierno pretendía frenar el contrabando de gas propano a los países vecinos –donde era mucho más caro–, generar ahorro y, de paso, cumplir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Gobierno ya está haciendo los primeros balances sobre los resultados de la medida, y da cuenta de dos hechos que lo ponen de buen humor: han tenido que gastar menos dinero del esperado en los subsidios y se ha reducido la cantidad mensual de tambos envasados (esto sugiere que el contrabando se ha reducido).
En la gente hay opiniones encontradas, pero hay dos cosas incontrovertibles: casi nadie es indiferente ante el tema, y los descontentos son la mayoría. LPG Datos preguntó: en términos generales, usted aprueba o desaprueba la medida gubernamental de focalizar o racionalizar el subsidio al gas propano. El 41.3% dice que la aprueba, mientras que el 53.1% dice que la desaprueba.
La gente molesta con la medida destaca como principal razón el aumento de precio del tambo de gas, el cual pasó, en cifras redondas, de $5 a $15. Luego se señala que el gas ha provocado un efecto de cascada en los precios de muchos productos, sobre todo en alimentos cocidos. En tercer lugar se menciona que muchas familias se han quedado sin subsidio o que este no es suficiente.
Las personas que apoyan la medida dicen, en distintas palabras, que les agrada recibir el subsidio de forma directa y que se está ayudando a mucha gente pobre.
El Gobierno, al lazar la medida, procuró beneficiar a la mayoría de familias, y eso es así. El 71% de los entrevistados dice que sus familias están recibiendo el subsidio del gas.
Visto a la inversa, sin embargo, tenemos que el 29% de familias no tiene subsidio. Ahí está un motivo de descontento. Luego hay que tomar en cuenta que entre las familias con subsidio, al 19.7% el gas les dura menos de un mes. La mitad de la población, entonces, se quedó sin subsidio o recibe un monto que no cubre su gasto mensual en gas.
La cosa no para ahí. El 45.3% de la población dice que tambo de gas le dura justo un mes. Hay que recordar que el subsidio pagado por el Gobierno está diseñado para cubrir el consumo de un tambo mensual. ¿Y por qué puede estar molesta una persona que compra un tambo mensual si recibe una compensación equivalente? Hay una buena razón: el subsidio compensa el costo del aumento del precio del gas propano, pero no el de la inflación provocada por el alza de este producto.
El mecanismo para pagar el subsidio es aprobado en términos generales por la población, pero hay un 32% de personas que se sienten incómodas, ya que tienen que ir a hacer una larga fila que no estaba incluida hace un mes en sus rutinas familiares. Aquí está otra fuente de molestia colateral.
A la gente se le pidió que dijera, además, qué de bueno y de malo le ve a la medida.
Los salvadoreños reconocen como principal virtud el hecho de que haya familias necesitadas recibiendo subsidio, y que se esté combatiendo el contrabando. Los principales defectos son que el gas subió, que el beneficio no llega a todos y que ha habido un efecto cascada en el precio de muchos productos.
Es cuestión de adaptación, hay que decir que con la nueva fórmula el gobierno se dio cuenta que el contrabadon diario de gas era de 20,000 tambos de 25 libras, que eran subsidiados por el gobierno osea por nosotros mismos, ¿Para donde se iban?, además es mejor que le entreguen a un el dubsidio en la manos que a las gaseras así lo ocupo cuando yo quiero, pero hay persoans que se lo gastan en otras cosas, son consumistas, gastemos en lo necesitamos no en lo queremos