Aumenta alarma por fuga nuclear
Un muerto y un número indefinido de personas contaminadas por la radiación es el primer resultado del escape radiactivo que Japón lucha por detener en medio del caos y réplicas fuertes.
Escrito por Agencias
Los problemas en las plantas nucleares japonesas aumentaron drásticamente dos días después del terremoto de 9.0 grados en la escala de Richter que devastó el país.
Ayer, las autoridades luchaban para evitar un nuevo accidente nuclear, enfrentado a su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial a raíz del violento sismo y el tsunami del viernes.
“Considero que la situación actual, con el sismo, el tsunami y las centrales nucleares, es de cierta manera la crisis más grave que enfrentamos en los últimos 65 años, después del fin de la Segunda Guerra Mundial”, afirmó el primer ministro, Naoto Kan.
Kan reconoció que la situación en la planta nuclear de Fukushima I sigue siendo preocupante. Horas antes, el Gobierno admitió que pudo haberse desencadenado un proceso de fusión de los núcleos de los reactores 1 y 3 de esa central, situada a 250 kilómetros al noreste de Tokio. La fusión se produce por el recalentamiento de las barras de combustible, que empiezan a derretirse como una vela.
El lunes por la mañana en Tokio, el reactor 3 de Fukushima I resistió a dos explosiones que se produjeron. El portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, dijo que la posibilidad de una importante fuga radiactiva era “escasa”. Según la Agencia de Seguridad Nuclear, “aunque el techo del edificio saltó, el sarcófago del reactor no fue afectado”. Hay siete desaparecidos y tres heridos por la explosión. En el reactor número 1, el sábado se produjo una explosión que mató a un técnico e hirió a 11 trabajadores.
La Agencia de Seguridad Nuclear clasificó el accidente del reactor número 1 de Fukushima I en el nivel 4 de una escala de 7. Ayer domingo, las autoridades japonesas decretaron el estado de emergencia en una segunda planta nuclear, la de Onagawa, tras registrarse niveles de radiactividad que superaban los autorizados, anunció desde Viena la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Una central nuclear más, la de Tokai, sufrió una avería en su sistema de refrigeración, pero las bombas de agua auxiliares funcionaban y seguían enfriando el reactor.
¿América en riesgo?
Diferentes funcionarios consideraron como improbable que las radiaciones de las centrales nucleares dañadas por el terremoto en Japón lleguen a Estados Unidos con capacidad de dañar a la población, aunque otros expertos afirmaron lo contrario.
“Dados los miles de kilómetros que separan a ambos países, Hawái, Alaska y las costas y territorios del oeste estadounidense no deberían experimentar niveles peligrosos de radiactividad”, estimó la Comisión de Regulación Nuclear (NRC) de Estados Unidos. Este organismo recordó que había enviado a dos expertos en reactores a Japón como miembros de un equipo de la USAID.
Sin embargo, el experto Joseph Cirincione, de Ploughshares Fund, que aboga por la eliminación de las armas nucleares, fue menos optimista. En el “peor de los escenarios” la radiactividad podría contaminar tierra, agua y aire estadounidense”, dijo. “Parte de la radiactividad podría llegar por la atmósfera a la costa oeste de EUA”, afirmó. Este escenario es “absolutamente” posible, recordó al revivir el desastre de Chernobyl en Ucrania en 1986, cuando “la radiactividad se esparció por todo el hemisferio norte”.
Más alerta y críticas
Varios expertos han advertido sobre réplicas de una magnitud de hasta 7.0 grados Richter en los próximos días, que pueden volver a poner en peligro a los reactores dañados y a más civiles. De hecho, ayer se sintió un sismo de 6.2 grados en Tokio. Se situó en el mar, a 150 km al noreste de la capital. El nivel del mar retrocedió 5 metros, pero sin peligro de tsunami.
La organización ecologista Greenpeace indicó que el reactor 3 de Fukushima opera con combustible nuclear de mezcla de óxidos que contienen plutonio. Este elemento no es solo radiactivo, sino también altamente tóxico. Los expertos y los bomberos que trabajan en la zona de peligro correrán el riesgo de exponerse a la radiación. Estas personas podrían enfermarse en semanas o en los meses siguientes. “Pero si la dosis fue muy fuerte, (los pacientes) morirán”, explicó el experto Patrick Gourmelon.
Es terrible lo que hace la radiaciòn en los seres vivos.Ojala que la tecnologìa en cuanto a los robots sea ràpida,aùnque siempre hay riezgos.Son los robots que pudieran hacer estos trabajos para un futuro cercano.Es feo oir que ya pasaron màs de 60 años,se trabaja con elementos radioactivos,para eso tienen que haber habido ciertas soluciones,asi como quien dice,”por las moscas”.En caso de accidentes que hacer?.La mayorìa solo se preocupa si se van a quemar sus culos,a ver si va a llegar hasta donde esten èllos,pero para mientras se achicharran otros.