El Salvador abre su participación en la Copa Pilsener de fútbol playa hoy ante Costa Rica.

Christian Peñate

Puerto Vallarta, 21 de junio de 2009. Llueve sobre esa playa mexicana. Las selecciones de fútbol playa de Costa Rica y El Salvador se enfrentan en la final del premundial de la Confederación Norte Centroamericana y del Caribe de Fútbol (CONCACAF).

El partido se definió a favor de los cuscatlecos con cartones de 6-3. Israel Garay, Agustín Ruiz, Walter Torres, Frank Velásquez y Tomás Hernández en dos ocasiones marcaron los tantos para el equipo salvadoreño en aquel choque ante los ticos. La Azul playera comenzaba a escribir su nombre en letras de oro en el libro de la historia del balompié cuscatleco.

Con esa victoria, El Salvador logró, además, el pase a su segunda copa del mundo de manera consecutiva: Dubái, donde tuvo un paso discreto, lo mismo que un año antes en Marsella. Sin embargo, en Rávena 2011 llegó la gloria tras alcanzar el cuarto lugar a escala mundial.

Con este panorama, Costa Rica no es una desconocida para el equipo nacional de fútbol playa cuscatleco. Aparte de esa final de CONCACAF disputada en 2009 y antes de encarar la copa del mundo de Rávena, la Azul playera realizó una gira en suelo tico, donde se enfrentó a algunos equipos de la liga de fútbol playa de ese país.

Hoy, el plantel que dirige Rudis Gallo se medirá en una nueva oportunidad a los costarricense en juego de fondo de la cuadrangular de fútbol playa por la disputa de la Copa Pilsener en la Costa del Sol. Antes de ese choque, Guatemala enfrentará a Uruguay, en el preliminar.

“Estamos muy emocionados con los compañeros porque mañana (hoy) vamos a enfrentar a una selección muy fuerte como Costa Rica. Primero Dios con los compañeros saquemos el primer resultado ante Costa Rica. Hay que prepararse ya para la eliminatoria (de CONCACAF), que será un reto grande para nosotros porque quedamos en cuarto lugar en la última copa del mundo. La prioridad que tenemos es clasificar a una copa del mundo”, externó el pívot Agustín Ruiz.

La Azul playera jugará mañana ante Uruguay en la segunda jornada del certamen. Ruiz anticipó que, pese a que el equipo suramericano no estuvo en la última copa del mundo, “será un rival difícil de vencer”. “Vamos a poner todas las ganas para sacar el resultado. Va a ser un partido muy difícil para nosotros”, enfatizó el seleccionado nacional.

Ayer por la tarde, el equipo cuscatleco reconoció la cancha donde rendirá su primer examen futbolístico. Por la mañana, en un entreno fuera de lo común porque fue en la cancha sintética de la FESFUT, hicieron un trabajo regenerativo supervisado por el preparador físico Élmer Guidos.

Rudis Gallo y su asistente Ramón Muñoz estuvieron de cerca en la evaluación de sus pupilos.

Gallo insistió en que el objetivo primordial de la realización de esta cuadrangular amistosa es para ver qué jugadores tomará en cuenta para el premundial de la CONCACAF en diciembre próximo.

“Como siempre ha sido, el que esté pasando el mejor momento es el que tomaremos en cuenta”, apuntó el seleccionador nacional de fútbol playa, quien aún no define si llevará al premundial regional a Frank Velásquez y Wilber Zavala, ambos en proceso de recuperación después de sendas operaciones de ligamentos cruzados anteriores.

Para este certamen, Gallo utilizará en lugar de Velásquez y Zavala al pivote Eber Ramos –quien formó parte de la Azul playera en diciembre pasado ante Venezuela– y al portero Óscar Santos.