La Azul de playa sigue enamorando a la afición. Anoche goleó 10-5 a los ticos.

Santiago Leiva

La Costa del Sol se pintó de azul ayer, en una noche en que los guerreros de fútbol playa iluminaron el litoral cuscatleco. De la mano de “el Tin” Ruiz los discípulos de Rudis Gallo tumbaron a una Costa Rica respondona en los primeros compases del juego, pero que no pudo con el oficio del representativo cuscatleco.

La primera letra a la victoria salvadoreña en el juego estelar de la primera jornada de la Copa Pilsener la puso Ruiz al minuto 3, con un remate de tiro libre que dejó sin chance al meta tico Enrico Regidor.

No obstante, la celebración de la hinchada azul que copó los graderíos del escenario deportivo instalado en la costa especialmente para esta cuadrangular amistosa fue efímero, ya que en el mismo saque William León, con un violento remate, puso cartones de 1-1.

Agustín, ayudado por un defensa rival, apareció y avivó nuevamente el festejo de los guerreros de playa con el 2-1. Luego, Roberto Membreño cogió un balón en volea y decretó el 3-1 en favor de los cuscatlecos.

El resultado ya lucía lapidario; sin embargo, el mismo León maquilló con otro misil que dejó mal parado a Eliodoro Portillo y puso los parciales 3-2. Hasta ahí, aunque la superioridad de la Azul playera era palpable, los ticos se plantaban como un rival complicado.

La pauta de la goleada la marcó un remate de Walter Torres al poste, que luego de un tiro libre colocó el 4-2. En adelante, el encuentro se inclinó descaradamente en favor de El Salvador.

Eliodoro Portillo, con un violento remate desde su propia portería, le dio la bienvenida al meta Vladimir Adamis, quien se reportó en lugar de Rigidor, que abandonó por lesión.

Fue Portillo el encargado de marcar el 5-2. Y la cuenta del primer episodio la cerró “el Tin” Ruiz con el 6-2. Minutos antes Luis Céspedes había descontado nuevamente para los ticos. Así, la Azul playera se fue al descanso con un 6-3 inapelable, y con el suficiente margen de error para bajar revoluciones, jugar a medio gas y mantenerse lejos de una remontada.

Al regreso de los vestidores, Élmer Robles puso a celebrar nuevamente a la hinchada cuscatleca. A partir de ahí, los azules administraron el oxígeno ante una Costa Rica que tampoco ofreció mucho en este episodio.

Un par de remates de Darwin Ramírez desde larga distancia y una chilena de Membreño que el meta costarricense logró desviar hacia el tiro de esquina fue todo lo que ofreció de emoción los 12 minutos del segundo round.

 

Carnaval

El último episodio llegó con una jugada de altos quilates. Eliodoro sacó, “el Tin” la pechó y la prendió en volea para festejar su póquer de la noche. El capitán de la Azul playera anotó su cuarto gol y el octavo en favor de El Salvador. Costa Rica descontaría minutos después con un remate de tiro libre ejecutado por Richard Sterlin. Era el 8-4.

Elías “Dinho” Ramírez, que actuó como cierre ante la lesión de Wilber Zavala, se destapó con el 9-4, y acto seguido se inventó un pase de baile para festejar lo que ya era un carnaval de goles.

Los ticos vieron nuevamente a puerta con un tiro de Ademar Cárdenas que nuevamente dejó pintado a Portillo, pero ya sobre el final, el infaltable Tomás Hernández se hizo presente con el 10-5. Una goleada que deja servida la mesa para que los pupilos de Gallo puedan aspirar a levantar la Copa Pilsener después de enfrentar hoy a Uruguay, que perdió ayer 4-3 en tiempo extra ante Guatemala.

Costa Rica se convirtió anoche en la víctima preferida de la Azul playera: en total le ha anotado 26 goles por 24 que han recibido los gringos y 17 los mexicanos, tanto en amistosos como juegos oficiales.

 

Con la ayuda de Dios, el esfuerzo de los compañeros y mi persona salimos adelante.”

Agustín Ruiz, pivote de la Azul de playa

El apoyo de toda esta afición fue muy importante para nosotros porque sacamos más garra.”

Elías Ramírez, cierre de la Azul de fútbol playa