Benedicto XVI presidió actos del Camino de la Cruz frente al Coliseo de Roma
Efe, dpa
Peregrinos de todo el mundo y palestinos cristianos recorrieron ayer los pasos de Jesús hacia la cruz, en un Viernes Santo que este año ha coincidido con el inicio de la Pascua judía o “Pesaj”.
Bajo un sol de justicia del que solo era posible esconderse en las más estrechas y frescas callejuelas del vía crucis, una marea humana siguió al patriarca latino, Fuad Twal, y al custodio franciscano de Tierra Santa, Pierre Battista Pizaballa, por las 14 estaciones.
La procesión, amorfa en estructura porque cada grupo y parroquia rezaba a su propio ritmo y en su propio idioma, comenzó poco antes del mediodía en la parte baja de la ciudad vieja de Jerusalén.
De ahí, en lento pero desordenado paso por cada una de las estaciones de la Vía Dolorosa, avanzó por las estrechas calles del zoco palestino, que desde hace cientos de años es testigo mudo del vía crucis.
Las cruces las llevaban a hombros una docena de cristianos palestinos que a lo largo del recorrido se fueron intercambiando para ceder el privilegio a otros.
Mientras, el papa Benedicto XVI presidió ayer el vía crucis en una ceremonia frente al Coliseo de Roma y en su discurso habló de las “pruebas y tribulaciones” que enfrentan muchas familias, incluyendo aquellas causadas por la crisis económica.
Durante la procesión, miles de personas dieron una vuelta alrededor del Coliseo para recordar las 14 estaciones del vía crucis, es decir, las últimas horas antes de la crucifixión de Jesucristo.
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