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Piropos por Skype y besos por Whatsapp


Escrito por Gloria Flores

La tecnología ha sido aliada de Cindy y Rafael Ulloa -una pareja de esposos separados por los kilómetros que distan de El Salvador a Estados Unidos- para consolidar su relación, pese a lo lejos que se encuentran geográficamente. Facebook, Twitter, Skype y Whatsapp son algunas de las herramientas de uso diario de comunicación entre esta pareja.

Ninguno de los dos pensó que una cita a ciegas, organizada por amigos en común -mientras Rafael visitaba El Salvador, en junio de 2011- sería el inicio de una vida juntos.

Rafael es estadounidense de origen latinoamericano y tiene 35 años de edad. Su paseo por El Salvador duró medio mes, pero Cindy - una joven de 25 años, profesional en el área de Relaciones Internacionales- lo conoció el día en que esa visita terminaba y él debía regresar al Estado de Virginia, su lugar de residencia.

Fue un 23 de junio cuando la cita a ciegas se concretó en un centro comercial, para luego ir de paseo al parque Nacional El Boquerón, arriba, en la parte superior del volcán de San Salvador.

“Recuerdo que ambos estábamos nerviosos. Éramos unos completos extraños el uno para el otro, pero hubo química entre los dos. Nos dimos cuenta que teníamos en común más de lo que pensábamos”, dice Cindy al recordar el día que conoció a quien, desde hace seis meses, es esposo.

Rafael y Cindy quedaron, como se conoce en el lenguaje propio de estas fechas de San Valentín, “flechados” desde el primer instante en que se vieron. La culminación del viaje de Rafael y su trabajo en Estados Unidos, sin embargo, no permitieron que pudieran conocerse más, al menos personalmente. Pero en estos días la distancia física no es obstáculo para ser amigos y/o novios.

A diario se escribían por redes sociales y correo electrónico, mientras que los fines de semana conversaban por teléfono. Pasaron nueve meses antes de que Rafael retornara a El Salvador y para que la relación tomara un tono más formal. Durante esos nueve meses se gestaron entre ambos sentimientos e ideales firmes y correspondidos. Al final de esa gestación, ellos ya querían pasar el resto de su vida juntos, aseguran.



Luego de ese tiempo en la distancia, y de una relación canalizada a través de medios tecnológicos, Rafael comenzó a viajar cada mes a El Salvador para poder estar con Cindy. El 7 de mayo de 2012, día del cumpleaños de Cindy, Rafael le propuso matrimonio, en el mismo lugar donde tuvieron su primera cita. La boda civil se celebró el 15 de agosto del mismo año, en San Salvador.

Ahora, como esposos, la tecnología es su celestina. Durante el día, la pareja se comunica a través de Whatsapp para enviarse mensajitos de texto y fotografías; además, usan una aplicación para Android llamada Voxer, una especie de walkie-talkie que permite intercambiar mensajes de voz, así como mensajes cortos, fotos y mapas.

Por las noches, Cindy y Rafael conversan por teléfono a través de la aplicación MagicJack, disponible para iPhone. Con ella se pueden hacer llamadas gratuitas a cualquier parte del mundo con solo tener acceso a internet. Los fines de semana, cuando ambos tienen un poco más de tiempo libre, hacen videollamadas por Skype para poder hablar y verse al mismo tiempo.

Estos esposos tratan de mantener encendida la llama del amor en todo momento. Facebook y Twitter les ayudan con el coqueteo que incluye dejarse mensajes de amor durante el día y recordarse el uno al otro que, a pesar de las obligaciones diarias y el trabajo, permanecen en el pensamiento de cada uno.

Desde que se casaron, Rafael viene al país cada dos meses, mientras se tramitan los papeles de residencia de Cindy. Ella espera con ansias el día en que ya no tenga que besar a su esposo cada noche a través de Whatsapp.

“Rafael me mostró que aún hay hombres buenos y sinceros que aman con el corazón, sin importar lo que los demás vayan a pensar. Me gusta la manera en que me enamora todos los días”, dice enamorada.