Se realizará el lunes. Participarán todos los centros educativos, instituciones públicas y comunidades.
Este lunes, el Sistema Nacional de Protección Civil pondrá a prueba por primera vez a escala nacional la preparación de los salvadoreños ante un sismo con un simulacro de terremoto y tsunami. Esto coincide con la conmemoración de los 30 años del terremoto del 10 de octubre de 1986, que dejó 1,500 muertos, 10,000 heridos y unas 60,000 viviendas destruidas o seriamente dañadas.
“El simulacro es una herramienta para mover la mentalidad y sensibilidad de una sociedad para prepararse, para conocer. Queremos que la población pierda el miedo y este solo se pierde conociendo qué es un sismo, cómo se genera, a dónde puede generarse, por qué causas, qué impactos y cómo se pueden disminuir los impactos”, dijo el secretario para Asuntos de Vulnerabilidad y director general de Protección Civil, Jorge Meléndez.
El ejercicio se desarrollará el lunes, entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía. La hora del sismo se dará a conocer en un momento específico. En el simulacro participarán empleados de 243 edificaciones públicas y privadas, y serán 5,182 centros escolares los que se involucrarán en el ejercicio; también incluirán a 29 municipios de la zona costera, así como a más de 40,000 personas de las comunidades seleccionadas.
“En el caso de los centros educativos, hay un compromiso por parte del Ministerio de Educación en que todos los centros educativos de nuestro país van a participar en este proceso. Todos los directores pondrán en práctica el componente de evacuación de los planes de protección escolar. Los comités de protección escolar están conformados por diferentes brigadas y se trabajará con la de evacuación”, explicó el jefe de capacitación de Protección Civil, Fermín Pérez.
Esto fue confirmado por el viceministro de Educación, Francisco Castaneda: “Las clases continúan y no se suspenden. Lo que se hace en esto es como una actividad exaula. Podríamos decir que, aunque los alumnos no van a estar en el aula, van a estar aprendiendo y poniendo en práctica sus planes de prevención; pero también activando sus comités de emergencia, que tiene cada una de las escuelas públicas”.
En el caso de las instituciones públicas y privadas, la ley establece que deben tener comités de seguridad y salud ocupacional, así como su plan y la organización donde se define cómo van a evacuar.
Las instituciones que participen en el simulacro deben contar con una organización de respuesta (en empresas e instituciones, los comités de seguridad y salud ocupacional; en el caso de centros escolares, los comités de protección escolar); deben tener, además, algunos recursos básicos: las personas responsables del proceso de evacuación deben estar identificadas; también tienen que estar identificadas las rutas de evacuación, salidas de emergencia, puntos de encuentro y zonas de concentración segura.
Es necesario que, en caso emergencias, tengan un sistema de comunicación y alarmas, así como criterios para determinar la forma de evacuación de las personas. En el caso de las comunidades, deben tener planes de protección civil, prevención y mitigación de desastres a nivel comunitario.
Para el secretario de Vulnerabilidad, en El Salvador es necesario y urgente desarrollar una cultura de prevención sísmica: “Es el propósito fundamental. Si vivimos en un país que tiene este riesgo, debemos conocerlo a fondo. Los sismos no matan gente, sino la falta de preparación. Los que crean los fallecidos o lesionados son las edificaciones, las obras”.
El 6 de junio de 2013, alrededor de 12,000 personas, incluyendo 50 centros escolares de 94 municipios de los 14 departamentos, realizaron un simulacro de terremoto y tsunami (que fue en Jiquilisco, Usulután; San Diego, La Libertad, y Acajutla, Sonsonate).
Tras este evento, miembros de Naciones Unidas (ONU) pidieron actualizar los protocolos del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), las Comisiones Técnicas Sectoriales, el Centro de Coordinación de Ayuda Humanitaria y el manual de relaciones internacionales. Tres años después, El Salvador vuelve a realizar un simulacro de este tipo, solo que a escala nacional.
“Nuestro país, en determinado momento, va enfrentar un sismo de gran magnitud. No queremos ni podemos enfrentarlo sin tener conciencia y claridad… Tenemos que estar preparados con la cantidad de medidas que nos sea posible tomar para evitar víctimas”, finalizó Meléndez.