La embajadora de Estados Unidos en El Salvador no duda en afirmar que tras 25 años de la firma de los Acuerdos de Paz no se puede esperar que la economía del país crezca si no se combate la corrupción y aboga por un nuevo acuerdo de nación.
Cristian Meléndez
Estados Unidos fue aliado fundamental del Gobierno y Ejército salvadoreño durante el conflicto armado que finalizó el 16 de enero de 1992 cuando la exguerrilla y el Ejecutivo de ese momento, liderado por el expresidente Alfredo Cristiani, decidieron firmar la paz y dar vida a un nuevo escenario para la democracia salvadoreña. Dicha democracia, según la embajadora estadounidense en el país, Jean Manes, es joven por lo que hay mucho por hacer para enfrentar los nuevos retos que vive el país.
Una de esas metas, de acuerdo con la diplomática, está en combatir la corrupción, problema que a su criterio se encuentra en todos los niveles de la sociedad. Desde los cargos más altos de la función pública hasta los más (bajos), desde aquellos “que reciben sobresueldos bajo la mesa”, asegura.
Para hacerle frente a este problema tras 25 años de haber puesto fin al conflicto armado, la embajadora considera fundamental el apoyo a la institucionalidad del país y un mayor involucramiento de la ciudadanía.
Por otra parte, la funcionaria estadounidense hace énfasis en que el Estado debe aprovechar a la juventud salvadoreña para que sea esta quien transforme la realidad del país. Para ello, dice, se debe de brindar las herramientas necesarias para que los jóvenes posguerra puedan cumplir en suelo salvadoreño sus metas. Tener mejores condiciones educativas, sociales y económicas. Eso pasa también por aprovechar los lazos comerciales con EUA.
Para alcanzar eso, la embajadora apela a que haya un verdadero diálogo entre los diferentes actores políticos del país, a quienes llama a que retomen el ejemplo de los líderes que alcanzaron los Acuerdos de Paz.
Manes dice en la siguiente entrevista con LA PRENSA GRÁFICA que la conmemoración de los 25 años de la firma debe ser el escenario ideal para que se logren acuerdos de nación, en los que se defina el rumbo de qué es lo que la sociedad salvadoreña quiere para los próximos 25 años. Rumbo que de acuerdo con la diplomática, el Gobierno de Estados Unidos (EUA) acompañará.
¿Qué significó a su criterio la firma de los Acuerdos de Paz para la comunidad internacional?
Creo que es un buen momento para reflexionar porque a 25 años un grupo de personas estaba decidiendo que se terminara la guerra. Fue un momento difícil, fue un momento difícil para el país, para la región. Había líderes dispuestos a dejar la política al lado y unirse por el país. Creo que es un buen momento que ahora que estamos 25 años más adelante para ver cuál es la dirección para los próximos 25 años. Entonces, ¿cómo puede combinar los partidos políticos en un sentido de armar una estrategia para el país y no para un partido? Creo que con los líderes del pasado se puede aprender mucho, pero también necesitamos de los líderes de esta generación.
¿Cree que los Acuerdos de Paz se han consolidado en El Salvador?
Creo que todavía El Salvador es una democracia joven y hay mucho por hacer, pero también es bien importante utilizar este tiempo para recordar todos los avances que El Salvador ha tenido en los 25 años. Pero también debemos aprender que también hay desafíos, hay retos para los próximos 25 años.
¿Quién cree que fue el principal ganador del conflicto que causó miles de víctimas?
Cuando se llegó a los Acuerdos de Paz los salvadoreños, sin duda, ganaron en eso; y también la región, también el mundo porque había un país menos en guerra. Después de la guerra, antes de la guerra y después de la guerra Estados Unidos era un socio bien importante para El Salvador. Estamos a su lado en eso y estamos participando desde hace 25 años en programas de reinserción de las personas víctimas de la guerra en la sociedad. Creo que eso fue fundamental y estamos con ustedes ahora. En los 25 años estamos tratando de trabajar con la Alianza de la Prosperidad, el Plan El Salvador Seguro para los 25 años que vienen que los salvadoreños pueden tener el país que se merecen.
¿Cómo evalúa el trabajo del FMLN como partido de gobierno?
Creo que eso es para los salvadoreños que tienen que decidir cómo está funcionando el Gobierno, pero creo que todavía hay trabajo por hacer. Creo que este es un buen momento para utilizar este tiempo y todos los salvadoreños miren su sistema de educación, su sistema de salud, para ver todos los desafíos que quedan y ver cómo van a superar eso. En eso creo que los partidos políticos tienen mucho por hacer, pero también cada persona de este país. Yo fui a visitar La Palma para ver donde se realizó la primera reunión, para ver cuál es el ambiente del lugar donde había iniciado el proceso.
Para mí es bien importante entender el pasado, pero también para no hacer el regénesis de lo que ha pasado, sino para hacer dejar el pasado al lado y mirar adelante. Mirar cuáles son los desafíos, mirar qué podemos aprender de los líderes del pasado porque ellos estaban dispuestos a poner su país primero. Cómo nosotros podemos aprender de eso y cómo los líderes de esta generación. Cuando pensamos en eso, el 50 % de esta población tiene menos de 25 años, entonces ni habían nacido cuando se firmaron los Acuerdos de Paz y con esta generación nosotros decimos que tienen los mismos compromisos de llevar a este país adelante.
¿Cuáles considera que son los principales obstáculos que ha enfrentado el país para que se cumpla la agenda de los Acuerdos de Paz?
Creo que están bien definidos los obstáculos y también las respuestas en ese sentido. Tienen un plan como es la Alianza por la Prosperidad, que es un plan de los tres países de la región; tienen el Plan El Salvador Seguro. Pero como todos nosotros sabemos, un plan es simplemente un plan si no está implementando eso.
Entonces, todas las personas deben dedicar su tiempo para implementar un plan que tienen, un plan que estaba formado en meses y más de un año de trabajo de todos los sectores para decidir cuál es la dirección a futuro y de usar su tiempo para implementar el plan. Es buen plan, pero creo que debe haber un nivel de compromiso, pero no solo de los partidos políticos, sino de cada persona que está viviendo en este país, de cada salvadoreño que está viviendo fuera de este país, en Estados Unidos, en Canadá y otros países. Que cada persona sienta el compromiso de mover este país hacia adelante.
¿Ha hecho falta ese compromiso de parte de todos los sectores de la sociedad salvadoreña?
Yo creo que cada persona tiene que decidir qué es lo que vale la pena. De nuestra parte, de Estados Unidos, nosotros creemos en este país. Creemos en los salvadoreños y nosotros pensamos que este país tiene todo para ser un éxito, no solamente en esta región, sino en el mundo, y en eso creo que cada persona tiene que hacer su parte, no tiene que esperar para que el Gobierno o un partido esté liderando todo.
Los ciudadanos pueden liderar las cosas y yo estoy mirando eso todos los días en este país; personas haciendo su parte, haciendo la diferencia. Por ejemplo, hay un alcalde, el de Ciudad Delgado. Esta persona es un alcalde que era participante hace 25 años de un programa de la embajada de Estados Unidos para la reinserción de las personas (víctimas) de la guerra. Ahora es el alcalde de Ciudad Delgado liderando contra los nuevos desafíos, los nuevos retos. Una persona que estaba saliendo de la guerra, entra a ser alcalde ahora está liderando de vuelta con Estados Unidos, con su propio gobierno para cómo enfrentar los retos, los desafíos de ahora, no del pasado, los de ahora y él es un líder. Necesitamos a más gente que esté realmente dispuesta a hacer el trabajo difícil de liderar su país.
A 25 años de haberse firmado los Acuerdos de Paz, embajadora, ¿cuáles son los retos que enfrenta El Salvador en el tema económico, judicial, en lo social, en la seguridad pública?
En eso pueden mirar los avances que había en el sistema de educación (en los ochenta), si (ahora) hay más gente en las escuelas, en los hospitales, en la economía; pero también esas áreas son las áreas del futuro. Tienen que decidir cuál es la economía del futuro, cuál es el futuro de este país en términos de mercado, que precisamente su mercado principal es Estados Unidos. Cuáles son las industrias, cuáles son los mercados para los jóvenes. Hay una ventaja que ustedes tienen, que también es una desventaja. Con el 50 % de la población abajo de la edad de 25 años, ¿cómo pueden crear un país donde ellos se puedan superar, conseguir sus sueños, conseguir su trabajo, seguir sus estudios? ¿Cómo pueden crear ese país si ellos quieren quedarse, ellos quieren luchar para ello?
También significa que tienen una oportunidad porque hay bastantes países que tienen gente mucho mayor de edad donde ellos tienen otro plan porque tienen a más personas entrando a su sistema de salud, más personas entrando a jubilación, pero tú tienes las mejores personas aquí. Se puede utilizar a estos jóvenes para mejorar su economía, para crecer como país. Tienen todo lo posible para hacerlo.
Y el Estado, en estas dos décadas y media, ¿cree que ha garantizado esas oportunidades?, ¿ha brindado esa posibilidad a los jóvenes para que busquen acá esas oportunidades?
Creo que es una responsabilidad de todos, no solamente del Gobierno, también de la comunidad internacional. Nosotros estamos trabajando a su lado, estamos apoyando los esfuerzos salvadoreños y esa es la razón por la que estamos. Como hicimos antes, 25 años atrás, donde se trabajó la economía. Cuando se está mirando el mapa de El Salvador donde había un plan nacional de reconstrucción hace 25 años, donde nosotros estábamos trabajando a su lado en diferentes programas de la economía, y al mirar donde estaban estos lugares (ahora) no son lo mismo. Nosotros cruzamos los mapas de esa época y vemos dónde pusimos nuestro dinero antes, cómo está creciendo y vemos cuáles son los desafíos, los retos de estos 25 años que vienen. Son completamente diferentes los problemas y esto significa que se necesita mirar los programas con ojos claros y con un poco de visión diferente.
En ese sentido, si hablamos de esta generación que estaba negociando los Acuerdos de Paz se puede aprender mucho de ellos, pero también de nuestra generación. Los salvadoreños, los de esta generación, tenemos que hacer nuestra parte. Tiene que salir adelante y decidir qué país quieren y de nuestra parte estamos a su lado para apoyarlos.
En los ochenta una de las cosas que generó el conflicto fue la injusticia social, se reprimían ideas, pero 25 años después vemos que el país enfrenta problemas como el de la corrupción. En los últimos años se han destapado una serie de casos de corrupción, ¿es ese uno de los principales obstáculos que tiene el país para salir adelante 25 años después de la firma de los Acuerdos de Paz?
Creo que el apoyo para las instituciones es fundamental, en todo sentido, a la Policía, al sistema judicial. Recuerda que esas son las que tienen 25 años. Es un buen momento de pensar cómo ustedes pueden fortalecer las instituciones porque la corrupción es algo que en algún momento tienen que enfrentarla. Es casi imposible que crezca la economía en el país sin combatir la corrupción. Hay corrupción de todas partes. Hay corrupción grande donde se puede ver que hay gente que se está robando el dinero de la gente con montos sumamente impresionantes. Pero también está la corrupción día con día, de quien está recibiendo sobresueldos bajo la mesa y que no está pagando impuesto de este dinero, y puede ver ejemplos de esta en todos los niveles de la sociedad.
Es bien importante pensar qué país quieren ser y en cada dólar de este país que está saliendo para el sistema de educación, para los hospitales, para todas las cosas que son las necesidades de este país. Es casi imposible que crezca la economía de este país sin combatir la corrupción.
En la Semana de la Transparencia usted hacía un llamado a que la población se involucre más en el combate a la corrupción. Usted decía ‘que no se puede permitir que un funcionario público se esté robando la plata’. ¿Esa visión, ese llamado, se mantiene por parte de Estados Unidos? ¿Cree que se está combatiendo la corrupción en el país?
Yo soy funcionaria pública desde hace 25 años y es un privilegio. Estamos aquí para servir a la gente; creo que para recuperar un poco esa idea, creo que aquí en El Salvador es un orgullo servir a la gente, esa es la razón por la que estamos, servir a la gente y servir a nuestro país. Nuestras finanzas están abiertas, transparente. La gente puede ver que mi coche personal es de 2005. Yo entré al servicio público sabiendo que no voy a ganar mucho dinero. Ese no fue el punto. Yo quería servir a mi país, servir a la gente de mi país y creo que recuperar un poco de ese orgullo de la gente que está aquí para el servicio público y crear ese ambiente en el país que estamos en eso. No entramos en el servicio público para ganar dinero. Estamos aquí para mejorar el país.
Después de 25 años de los Acuerdos de Paz, ahora es el FMLN quien está en el Gobierno, ¿cree que el FMLN, la clase política en general, está ayudando a combatir la corrupción?
Hoy en día la corrupción no es solamente aquí en El Salvador, en la región sino que en todo el mundo y, obviamente, que también tenemos corrupción en Estados Unidos. Es una lucha día con día, pero también necesita el compromiso de todos, desde los más altos niveles, hasta los más bajos para combatir la corrupción y para decir que no es aceptable. Que cada persona sienta que necesitamos mejorar en este país y que necesitamos ser responsables con el dinero. No solamente los funcionarios públicos, obviamente estoy iniciando con nosotros, yo soy una de ellos; porque tenemos un nivel de responsabilidad más alto. La gente tiene que tener confianza (en) que los funcionarios públicos están manejando su dinero bien, porque no hay dinero de Gobierno, es dinero de la gente. Estamos en el cargo de gerenciar el dinero de la gente. Hay otras personas (que tienen que colaborar), gente que no está pagando sus impuestos, gente que está participando en otras cosas. Creo que como sociedad tenemos una misión de mirar hacia adelante y no participar en este nido de corrupción.
¿Cuál es el papel de la comunidad internacional, el papel de Estados Unidos? ¿Cómo lo define? ¿Qué se está haciendo?
Desde nuestra parte estamos apoyando las instituciones. Estamos apoyando los esfuerzos salvadoreños, estamos apoyando a la Fiscalía (General de la República), a la Corte (Suprema de Justicia) a la Corte de Cuentas (de la República). A todas esas instituciones estamos dispuestos a apoyar porque al final del día lo mejor que puede pasar es que los salvadoreños tengan confianza en sus propios líderes y también en sus propias instituciones, y nosotros estamos apoyando los esfuerzos salvadoreños para mejorar sus capacidades.
¿Es momento para que El Salvador vaya en busca de unos segundos acuerdos?
Creo que es bien importante utilizar este momento tan histórico para llegar a un acuerdo de país y pensar bien cuáles son los acuerdos a los que se puede llegar y seleccionar dos o tres, no 10, dos o tres que puedan llegar a un acuerdo de país.
¿Cuáles deberían ser los tres aspectos, esos tres acuerdos que debe tener el nuevo pacto en la sociedad salvadoreña?
Esa es su decisión. Cuando ustedes decidan nosotros estaremos a su lado para apoyarlos. Pero creo que ya está bien definido eso bajo el plan de la Alianza para la Prosperidad y también el Plan El Salvador Seguro. Estamos ya apoyando eso. Tienen el compromiso de Estados Unidos, queremos lo mejor para El Salvador y hay muchas personas que están a su lado.
¿Qué mensaje envía a los salvadoreños 25 años después de haberse firmado la paz?
Para los salvadoreños, 25 años más adelante, desde nuestra parte, desde Estados Unidos; creemos en El Salvador, creemos en ustedes. Ustedes ya están demostrando que pueden superar una cantidad de retos, una cantidad de desafíos importantes y nosotros creemos que ustedes pueden hacerlo de nuevo. Cada persona puede hacer su parte, no tienen que esperar a que un Gobierno, un partido puede hacer su parte como si nada. Para toda la gente que vive aquí en El Salvador, pero también el 25 % de la población que vive en Estados Unidos pueden hacer su parte.
Yo quiero ver que 25 años más adelante, en 2042 que estamos mirando qué país tiene. Si la gente se está jubilando, si la gente que está en Estados Unidos y que está pasando 20 años y que están decidiendo volver aquí, que quieren invertir aquí. Que los jóvenes de este país puedan sentir que pueden seguir su educación y suplir sus carencias. Eso es lo que yo espero para los 25 años que vienen y que cada persona pueda hacer su parte.