Cuatro años para edificar monumento que llama a la reconciliación

Susana Peñate
El camino a la reconciliación “no es plano, no es recto, es escarpado”, así describe el ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez, a uno de los componentes de la plaza de La Reconciliación, en la que se ubica el monumento del mismo nombre que será inaugurado este día, luego de al menos cuatro años que tardó su construcción.
La plaza y el monumento, que es parte de un conjunto escultórico, se hizo en los derechos de vía del bulevar Monseñor Romero, en Antiguo Cuscatlán, donde inicia la quebrada La Suncita. La preparación incluyó rellenar parte del terreno, poner unos muros gaviones y construir la plaza con el mismo personal del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El diseño e implementación estuvo a cargo de la Dirección de Ciudades Inclusivas que trabajó principalmente con materiales donados, colaboración de voluntarios y privadas de libertad en fase de confianza que elaboraron las baldosas y el gramoquín de la plaza, comentó la directora, Alejandra Dubón.

“Nunca el ministerio ha pedido un centavo adicional ni nada al Estado para hacer esto. Lo que hay es el esfuerzo de un grupo de arquitectos que han trabajado hasta horas de la noche y de cuadrillas del MOP, que al terminar los proyectos se las daban prestadas a Alejandra, y por eso es que a lo largo de más de cuatro años se ha ido trabajando ”, dijo Martínez.
El proyecto tiene cuatro elementos: el sendero que rodea la plaza o “el camino a la reconciliación”, la placa donde están las firmas de los signatarios de los Acuerdos de Paz en el orden que están en el documento original, el conjunto escultórico que se llama monumento a la Reconciliación y el esculto-mural histórico “Huellas del Jaguar”.
El monumento tiene un hombre y una mujer en traje de fatiga, desarmados, que caminan juntos que representan a los bandos en conflicto. Y atrás de ellos una figura más grande que representa a la ciudadanía, la “mater civis”. “El monumento a La Reconciliación es una metáfora democrática que reafirma la vigencia del principio de la soberanía, que la soberanía reside en la ciudadanía”, agregó Martínez.
El esculto-mural en altorrelieve mide 16 metros de largo, tiene varios personajes de la historia y fue modelado por estudiantes de la Universidad de El Salvador.

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