Fórmula ARENA se distancia de modelos económicos antecesores

Rodrigo Ávila en el Foro Político de La Prensa Gráfica

Las apuestas de la fórmula arenera

La coyuntura marca muchos de los ofrecimientos de los candidatos que aseguran tienen programas y apuestas a temas relacionados con la institucionalidad y la economía nacional.

Seguimiento

Programas que continuaránLa fórmula presidencial de ARENA asegura que mantendrá el programa Red Solidaria y la entrega de semilla mejorada, pero con algunos cambios que permitirán ampliar el alcance.

Impuestos

Más recaudación Hablan del pago a cuenta, del IVA y la promoción de una “ley del quedan” con la intención de beneficiar a la pequeña empresa. Estudiarían reducir la exención en el impuesto de la renta.

Políticas sectoriales

Para el agro y la industria Zablah incluye en sus ofrecimientos el privilegiar la producción del agro con más apoyo a la banca estatal y con la decisión de privilegiar la producción local. Insiste en apoyo a la industria.

Crecimiento

Buscan hasta un 6% anualEl aspirante a la vicepresidencia dice que el país está en la capacidad de mantener un crecimiento económico anual de hasta 6%, lo que permitiría más inversión en empleo y otras áreas prioritarias.

“No es la misma ARENA”, enunció Rodrigo Ávila, candidato presidencial arenero, durante los primeros minutos del Foro Político de LA PRENSA GRÁFICA, al que él y su vicepresidenciable, Arturo Zablah, asistieron esta semana.

Escrito por Héctor Silva Ávalos/Karla Ramos/Mariana Belloso/Estela Henríquez

—¿Y por qué tuvo usted que cambiar al partido para enfrentar esta elección?, preguntamos.

—Porque había que cambiarlo. Porque esta coyuntura es diferente. Ahora no cabe la defensa a ultranza del neoliberalismo. Hoy se trata de privilegiar a sectores que han tenido menos voz en ARENA, como los sectores productivos nacionales. Hoy la producción de recursos estratégicos tiene que estar en manos del Estado, respondió Ávila.

Zablah secundó: “Antes ARENA favoreció el esquema especulativo-financiero. Ya no se trata de hacer la tarea como manda el consenso de Washington”.

A poco menos de tres meses de someterse a las urnas en la elección presidencial, y en un cierre de campaña que la sigue ubicando por debajo del FMLN y de la dupla Funes-Sánchez Cerén, la fórmula de ARENA afina un discurso y un plan de gobierno con el que pretende privilegiar a las clases medias urbanas, esas que, según las encuestas, han dado fuerza a los efemelenistas.

En esas propuestas, además de la lejanía con varias políticas de gobiernos areneros —como la Mano Dura impulsada por la administración Flores en seguridad pública o el apoyo al sector financiero antes que al agrícola—, la fórmula de ARENA incluye varios guiños a un modelo que otorgue mucho más protagonismo a los controles estatales. Ávila, empero, se apresura a separarse de la palabra intervención.

“Favorecer los controles no riñe con la libertad de mercado y no es lo mismo fiscalizar que intervenir, sobre todo ante la voracidad de los mercados especulativos”, dice el candidato a la presidencia antes de acudir a una analogía para explicar su visión sobre la administración del área pública: dice Ávila que entiende al mercado como una ciudad en la que cualquiera puede circular por las avenidas que desee, ir a los destinos que quiera y con el vehículo que tenga. El Estado, plantea, sería el semáforo que garantice el respeto a las reglas establecidas para la circulación.

En sintonía con esa visión, Ávila destaca la multa que la Superintendencia de Competencia puso a las compañías petroleras por prácticas anticompetitivas como uno de los principales aciertos de la administración Saca.

Guiños a la clase media

Al hablar de otra medida impulsada en el quinquenio que está a punto de terminar, la de los subsidios generalizados, la fórmula de ARENA, aunque también habla de focalizarlos como recomiendan los analistas, adelanta que se mantendrá de alguna manera en esa línea de gestión. “Ya incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha cambiado su visión sobre programas de asistencia condicionada, como Red Solidaria”, argumenta Ávila.

De esa forma, la fórmula arenera se distancia también de algunas propuestas elaboradas por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), que ha insistido en rechazar los subsidios como política pública y en la imperante necesidad de la focalización de algunos de ellos.

Es Arturo Zablah, a quien Ávila se refirió en el foro como “el vicepresidente de la economía”, el encargado de verbalizar las políticas que la fórmula integrará en el plan de gobierno para, según dicen, apoyar a los “sectores que han sido descuidados”.

De entrada, el candidato a la vicepresidencia rechaza la propuesta de quitar las exenciones por gastos médicos y de educación en las declaraciones de renta, como han propuesto algunos tanques de pensamiento.

Zablah también apuntala una propuesta que había provocado varias voces en el seno de la campaña de ARENA: quitar el IVA a las medicinas. “Hay total sintonía en esto”, dice el industrial, como tratando de quitar peso a objeciones a esta política surgida desde el equipo de Ávila.

El presidenciable, por su parte, acepta que la propuesta es viable, pero aclara que antes habrá que hacer estudios de impacto que permitan otras reducciones, como las de las ganancias de los intermediarios en el mercado local de medicamentos, los cuales, según Ávila, llegan a ser hasta del 69% del precio.

A todos los socios

Antes de profundizar en las propuestas económicas y de modelo, la fórmula se tomó unos minutos para dar por zanjadas todas las discusiones internas que provocaron en la derecha ambas nominaciones, la del presidenciable y la del vicepresidenciable.

Ávila, en ese punto, se aferra a la idea de que sus apoyos fundamentales están en la ARENA territorial: “A mí me escogieron las bases. Los principales cuestionamientos vienen de sectores de la derecha que ni siquiera forman parte del partido. El liderazgo está más fuerte que nunca”, espeta el ex director de la Policía, aunque reconoce que aún hay “dos que tres que pueden crear cajas de resonancia”, pero prefiere dejar el tema de lado.

Cabe, entonces, preguntar por socios tradicionales de ARENA:

—Algunos sectores que no acuerparon en principio sus nominaciones han sido socios estratégicos de ARENA siempre. ¿Cómo pactarán ustedes con ellos en un eventual gobierno.

“Esta nueva coyuntura política nos obliga a todos a abrir los ojos; el que no lo haga, es porque quiere ser ciego a cuenta propia. Todos los sectores productivos se tienen que subir al tren; es inviable que sea de otra manera”, responde Ávila con una referencia política más elaborada desde que dijo, recién al ser nominado como candidato, que la suya sería una derecha nueva, más incluyente y social.

Con ese discurso por delante, la fórmula presidencial de ARENA se dispone ahora a traer el mensaje de derecha social al San Salvador urbano para apuntalar los números y estrechar la desventaja que le dan las encuestas.

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