Jessica Ávalos
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A partir de hoy, y ya con la venia oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE), seis partidos políticos abren oficialmente la caza de sus votos para las elecciones legislativas y presidenciales de 2009, y para ello contarán con $29.3 millones.

Dicha cifra, que es superior a los $28.7 millones de presupuesto con que cuenta el Hospital Rosales, proviene -en su mayor parte- de la deuda política que el Estado paga a los partidos y que es financiado por los impuestos de todos los salvadoreños.

El resto, según los mismos partidos, que llegan a esta elección sin un nuevo control sobre su financiamiento, lo obtienen a través de diferentes mecanismos de recaudación como cenas, eventos y donaciones directas.

Juan Carlos Mejía, dueño de una empresa publicitaria, considera que los $29.3 millones que reúnen los seis partidos representan una cantidad que puede mover resultados en las próximas elecciones, al reconocer que la cifra es un monto significativo y que supera en creces lo que se destina a otras campañas masivas. “Con un monto como este se pueden saturar los diferentes medios de comunicación con sistemas de mensajes integrados. Este bombardeo mediático resulta en un tira y encoge por el voto del indeciso, moldeando su criterio hacia los intereses de uno u otro partido”, opinó el experto.

Pero la distribución de estos recursos no es similar. ARENA y el FMLN manejan los presupuestos más jugosos, y entre ellos, por mucho, gastarán tres veces el presupuesto con que contarán el resto de los partidos. ARENA, por ejemplo, planea gastar 15 veces más de lo que proyecta el PDC.

“Los esfuerzos incluyen todo tipo de campaña: trabajo de calle, anuncios, cuñas, anuncios en televisión y más. Ese presupuesto incluye la parte publicitaria y también otros gastos”, explicó la encargada de asuntos electorales de ARENA, Silvia Aguilar, quien confirma que el estimado es de $14.7 millones por lo menos, y de esos la mitad ($7.2 millones) provienen de los fondos de Hacienda, aunque todavía no han sido avalados por la entidad.

De hecho, ARENA ya ha invertido un porcentaje en campaña publicitaria previa con anuncios de promoción del plan de gobierno de Rodrigo Ávila y de los diputados. También las giras del candidato ya están adornadas con afiches, gorras, camisetas, hojas volantes, entre otros.

Pero las proyecciones y actividades del partido de derecha no se alejan mucho de las del FMLN. El Frente tiene pensado que su gasto en las campañas andaría por los $10 millones, incluidos los $4.7 que reciben en concepto de deuda electoral. “Lo fundamental es la deuda política. De ahí, la gestión que hace cada municipio para lograr más fondos podría llegar a incrementar el presupuesto en un 20%”, detalló el dirigente efemelenista Roberto Lorenzana, mientras el vocero del FMLN, Sigfrido Reyes, detalló que harán énfasis actividades de recaudación para poder incrementar la proyección.
Los de abajo

La historia es totalmente diferente al salir de estos dos partidos. El PCN, que es el partido que les sigue en monto de presupuesto para campaña, proyecta invertir $3 millones, incluido $1 millón que recibirá del Estado. “Con lo que pone cada candidato y lo que pone el partido vamos a andar por esa cantidad. En su gran mayoría, será para materiales publicitarios, como camisetas, gorras banderas, afiches y vallas publicitarias”, adelantó el jefe de campaña del PCN, Orlando Arévalo. Por eso, Arévalo no descarta utilizar la pinta y pega como elementos propagandísticos, aunque promete que estos recursos no serán de “carácter masivo”, pero las calles de San Salvador ya dicen otra cosa (ver página 6).

El PDC, en cambio, admite abiertamente que echará mano de la pinta y de la pega. Lo harán, según su secretario general, Rodolfo Parker, porque los fondos con los que cuentan no les permiten usar otros medios, ya que el presupuesto de este partido es de $1 millón, y de esos la mitad proviene de los impuestos. “No vamos a renunciar a la pinta y pega por cuestión de recursos. Nuestro presupuesto contempla un 40% monetario, un 40% creatividad, un 10% de entusiasmo y otro 10% de perseverancia”, manifestó el Parker.

A diferencia de los tres partidos anteriores, el FDR dice que no usará el dinero que proporciona el Estado para financiar su campaña, ya que de acuerdo a su secretario general, Julio Hernández, eso es “una reserva” que prefieren no tocar. “Es un poco indignante que mientras a los partidos que más tienen les vayan a dar $8 millones y a nosotros nos corresponden $57,000″, lamentó.

Como sustituto, el FDR habla de $500,000 procedente de contribuciones de empresarios y militantes, aunque han sido el único partido, además del FMLN y de ARENA, de contar con un anuncio publicitario de la candidata a la alcaldía capitalina, Celina de Monterrosa. Esos fondos, además, parecen que les alcanzarán para colocar otros anuncios en televisión, elaborar hojas volantes y alimentar sitios web, con el que espera llegar a 100,000 usuarios.
El caso límite

Pero el que más complicada situación financiera enfrenta para su campaña es Cambio Democrático. La dirigencia confirma que el proselitismo se hará con “recursos limitados”, pero “tan limitados” que hasta comprar el refrigerio para los activistas se les está convirtiendo en toda una hazaña, según algunas fuentes.

A este partido paradójicamente le corresponden $180,000 de deuda política, pero los mismos no han podido ser retirados porque no han alcanzado para pagar una fianza de $5,000. “Tenemos que pelear por la fianza de la fianza. Nos piden respaldar la deuda con la hipoteca de una propiedad, pero no la tenemos. Si usted sabe de algún donante, avísenos”, comenta el dirigente del CD, Mario Cerna, quien le apuesta a alcanzar por lo menos unos $100,000 a base de donantes, y ya da por perdida el cobro de la deuda electoral. Ante ese panorama, CD ha decido recurrir a la propaganda cara a cara, y descartan, en definitiva, utilizar medios masivos para difundir su imagen.