Luis Gómez Zárate
elgoza@hotmail.com

Todo lo que manifiesto tiene por base hechos reales e históricos, fundamentados en la verdad; y siempre he considerado que en momentos de inestabilidad, como los que hoy vivimos, por el accionar de los comunistas criollos, la verdad es la perfecta medicina, siendo los únicos que se molestan, los comunistas. Su reacción lógica son amenazas e insultos, propios de personas rabiosas y cobardes.

Siempre fundamento mis opiniones en la historia, que en sentido absoluto es la relación de sucesos políticos y públicos de una sociedad y constituyen una verdad, que deben de conocer las personas que no la vivieron o no la recuerdan.

El objetivo de este artículo y los venideros no conlleva profundizar en la historia ni descubrir en el pasado las interioridades de la traición de aquellos que, como Farabundo Martí, intentaron desde 1927 entregar a El Salvador al imperio comunista.

Pero es necesario repasar desde la perspectiva desestabilizadora del comunismo en la lucha subversiva en El Salvador y de esta al tránsito de la agresión armada del grupo guerrillero organizado y manejado por Fidel Castro, que le denominó: FMLN, que fue una simbiosis de las organizaciones guerrilleras que operaban en el país, evitando así con una dirección vertical y dictatorial la purga entre las referidas organizaciones, pues los comandantes son ambiciosos.

Señalar a Farabundo Martí de comunista no es nada nuevo, los medios de comunicación de los años treinta así lo calificaban. Una nota periodística de LA PRENSA, 7 de enero de 1931, decía: “El líder comunista Farabundo Martí anda errante en los mares porque le niegan el desembarco en los países donde ha llegado, entre ellos México, donde no se le permitió bajar”. Esta aparece en el libro titulado: José Dutriz y el Diario LA PRENSA, 1915-1934. Este es un hecho real e histórico.

En la actualidad, hay partidos políticos señalados de comunistas, no por capricho ni para descalificarlos, sino que ellos mismos se han descubierto con sus acciones y declaraciones públicas. Así, el 16 de diciembre de 2001, en el local de ATCEL al tomar posesión como coordinador general del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, conocido con el seudónimo guerrillero comandante Leonel González, en su discurso manifestó: “Somos solidarios con Fidel y con el Partido Comunista de Cuba, que constituye la sociedad socialista alternativa de América”. Pero causa estupor cuando manifiesta su apoyo a las FARC, al expresar: “Somos solidarios con las FARC, que lucha por la paz y un futuro mejor para Colombia”.

¿Cómo puede calificarse a aquella organización política que da apoyo a comunistas y terroristas?

Como los comunistas carecen de valor, para declararse como tales, hoy se disfrazan para engañar a los incautos, ocupando el término “revolución bolivariana”, inventado por Hugo Chávez y utilizando a los comunistas criollos para su expansión en El Salvador, apoyándolos con petrodólares, servicios de inteligencia, como lo denuncia y declara el militar venezolano Carlos Mollina Tamayo en LA PRENSA GRÁFICA.

Por tradición los salvadoreños, amamos la libertad y los comunistas deben de saber que aunque utilicen candidatos funestos, genuflexos con los chavistas, El Salvador siempre será su tumba.

Recordemos nuestro Himno Nacional, en el verso que dice: “Con su sangre escribió libertad”.