¿Adiós a la polarización?

1544606_0

En mi columna anterior decía que el pueblo salvadoreño es un pueblo sabio por la forma como votó el 18 de enero, y creo que en la próxima elección presidencial del 15 de marzo y si fuera el caso, en la subsiguiente elección de la segunda vuelta electoral que debería celebrarse en abril, nos dará otros ejemplos de su sabiduría.

Según lo que se percibe en el ambiente y según lo que han dicho las encuestas de LPG Datos del fin de semana y de la semana pasada de Mitofsky para TCS, el resultado de marzo posiblemente será bastante cerrado entre ARENA y el FMLN, y si se diera una definición en una segunda vuelta en abril el resultado también podría ser muy cerrado.

Si esto fuera así y si la situación económica internacional y nacional continúa siendo muy complicada, el próximo gobierno tendría pocos grados de libertad y tendrían que concertar las dos grandes fuerzas políticas del país. Tanto ARENA como el FMLN tendrían que ponerse de acuerdo sobre el país que todos queremos y eso llevaría a que ambos partidos serían triunfadores en las elecciones, pero sobre todo el pueblo salvadoreña, que habría obligado a ambas fuerzas políticas a que concerten y que se despolaricen.

Los dos partidos mayoritarios cuentan con 67 diputados en la Asamblea Legislativa y por lo tanto pueden aprobar sin necesidad de otros partidos políticos préstamos internacionales, pueden elegir los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, al fiscal general de la República y pueden definir a los demás cargos de elección de segundo grado. Si además el próximo presidente de la República fuera electo con una mayoría relativamente pequeña, es decir, con menos del 53% de los votos válidos, su poder sería relativamente menor al de un presidente electo con amplia mayoría.

Todo lo anterior llevaría al próximo presidente de la República a tener que ser más concertador y emprender un esfuerzo serio para lograr un acuerdo nacional sobre el país que todos queremos y lo obligaría a impulsar un diálogo fiscal para darle viabilidad financiera a su gobierno.

Creo que los tiempos de crisis son tiempos de oportunidades. La crisis financiera actual aunada a la crisis política que vive el país y la posible crisis de gobernabilidad de un nuevo gobierno que no tenga un mandato tan contundente puede ser la gran oportunidad que necesitamos para dejar atrás la guerra y lograr los nuevos acuerdos políticos y económicos que nos permitan desarrollarnos rápidamente y con equidad.

No Comments »

No hay comentarios aún.

RSS feed for comments on this post. TrackBack URL

Comentarios enviados