El candidato presidencial por el partido FMLN, Mauricio Funes, repartió centenares de besos ayer durante su visita al mercado municipal de la colonia Montserrat, al surponiente de San Salvador.
Funes llegó sin su compañero de fórmula, Salvador Sánchez Cerén, a ese mercado, con el propósito de solicitar el voto a los comerciantes y los vecinos de Montserrat en los próximos comicios del 15 de marzo.
En esa visita, el candidato de izquierda les dio a conocer a las vendedoras el programa “Madre productiva”, el cual consiste en dar créditos con pocos intereses desde la banca estatal a las mujeres que quieran iniciar o mejorar sus negocios.
La llegada de Funes al mercado era esperada desde las 10 de la mañana. Desde esa hora, la mayoría de los comercios lucía afiches con los rostros de la fórmula presidencial efemelenista y banderines rojos.
Antes de su arribo, en los parlantes se escuchaba además de las canciones proselitistas un “¿dónde están las mujeres que quieren ser novia de Mauricio?”, lo que generaba un grito al unísono de las mujeres.
Para los hombres había otra consigna, ¿quién quiere ser amigo de Mauricio?”, lo cual provocaba una respuesta similar.
A las 12 del mediodía llegó el candidato Funes, manejando un carro verde todo terreno, con dos horas de retraso. Los simpatizantes de izquierda se arremolinaban a su paso. En el recorrido por el mercado, que alberga 88 puestos de frutas, hortalizas, cereales y otros productos, los correligionarios aprovecharon para besarlo, abrazarlo, estrecharle la mano, posar en una fotografía y hasta para que les pusiera su firma sobre una camisa roja o en una hoja en blanco.
“Me besó, me acaba de dar tremendo beso. Sí, Mauricio me besó y me abrazó”, describía Rosana García, a través de su teléfono celular.
Unos pasos adelante, una pareja intentaba lograr tomarse una fotografía junto a Funes con su teléfono celular.
Después de varios empujones en los reducidos pasillos del mercado, Funes se ubicó entre ellos para la añorada foto del recuerdo. “A mí me daba pena, porque él anda todo cansado entre tanto apretujón, pero menos mal que pudimos hacer la fotografía”, contó Reynaldo Rivera.
En su paso por el mercado de Montserrat, el candidato tuvo tiempo de comprarle a Catalina Guzmán un gajo de guineos que era lo que le quedaba de la venta matutina del sábado. “Yo se los quería regalar, pero él me los pagó. Se mira bien amable, a mí lo de la política no me gusta, pero él se mira buena persona”, relató la vendedora.
A su salida del mercado, Funes dirigió un discurso en el que ofreció el programa de apoyo a las mujeres comerciantes.
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