El FDR tiene sus días contados. Al no tener representación en la Asamblea Legislativa, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debe proceder a desinscribirlo.

El secretario general del FDR, Julio Hernández, está de acuerdo que así debe ser por ley, pero sus compañeros buscan opciones.

Según Arnoldo Bernal y Carolina Recinos, hay que luchar por mantener el partido con vida. “Vamos a seguir trabajando y haciendo todo lo necesario para que ese partido se mantenga”, dijo Recinos.

Hernández asegura que sus colegas ya han negociado con el FMLN un decreto para salvar al FDR a cambio de su apoyo en la campaña presidencial: “Hemos intentado mantener el partido alejado de este tipo de negociaciones turbias”.

Según Hernández, otra de las condiciones para lanzar un salvavidas es que él sea removido.

Bernal y Recinos niegan esto, pero aseguran que un cambio en la dirigencia es normal.

“Al igual que el país, los partidos siempre requieren de sangre nueva, de rostros nuevos, pero no por eso debe tomarse como una actitud de revanchismo”, aseguró Recinos.

Bernal considera que Hernández es culpable del mal resultado del partido.

“El primer deber del capitán de un barco es mantenerse hasta el final para salvar su barco, y no abrirle un boquete para que se hunda más rápido”, agregó.