Tras meses de mostrar su negativa a focalizar los subsidios, que han representado una carga de $420 millones solo en 2008, ayer el presidente de la República, Antonio Saca, reconoció que ya es momento de focalizarlos. “Totalmente, es urgente focalizar los subsidios especialmente para la gente de clase media baja, para la gente más popular, la gente más pobre. Esa es a la que siempre debemos atender”, expresó el mandatario, que durante su gestión ha sido duramente criticado por diferentes sectores y tanques de pensamiento sobre el manejo de este tema, y que ahora ambos candidatos presidenciales —Rodrigo Ávila y Mauricio Funes— prometen atender.

“Yo tomé decisiones en un momento de crisis mundial que se están aplicando y que le estamos ayudando a la familia, ahora toca pensar en las arcas del Estado”, dijo Saca, al mismo tiempo que aseguró que él no cree en “subsidios generalizados”.

El mandatario señaló ahora casos como las casas que tienen más de 4,000 varas de extensión y que pagan una factura de $8. “No puede ser, esas cosas hay que ordenarlas”, manifestó, al reconocer “los aportes” que ha planteado Rafael Lemus, coordinador del área económica del plan de gobierno de Ávila, y quien ayer afirmará que ya no se debía subsidiar el transporte, y que el resto de ayudas debía focalizarse en los primeros 100 días de gobierno.

Para atender el pago de los $420 millones, el Estado durante 2008 ha tenido que acudir a la emisión de Letras del Tesoro (Letes) y a solicitar créditos a entidades como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y usar las utilidades de empresas como CEL y LaGeo. Sin embargo, aunque algunas de las empresas como las eléctricas y de gas propano se han quejado públicamente de los atrasos en el pago de subsidios, el presidente aseguró ayer que todos los compromisos se han ido pagando. “Nunca ha faltado un peso, siempre hemos pagado nuestro compromiso”.

El mandatario, en este sentido, descartó las afirmaciones de economistas que hablan de que el próximo gobierno encontraría unas finanzas quebradas, aunque reconoció que el futuro es incierto y que la estabilidad del país dependerá de que Estados Unidos se recupere de la crisis. “Nuevas realidades exigirán tomar nuevas medidas pero eso en su momento, yo estoy el 1.º de junio entregando un país en orden, un país que se ha preocupado por la gente, porque nosotros no somos El Salvador S. A. de C. V. para que se preocupen nuestras instituciones de ganar plata”, acotó.