Eran las 3:25 de la tarde cuando el candidato a la presidencia por ARENA, Rodrigo Ávila, llegó con su comitiva a la comunidad El Progreso del cantón Las Delicias, en Sonsonate. Pero el centro de atención no era el candidato, sino un grupo de siete personas integrantes de la familia Pátriz Cañas.

Así, sentada en una silla y con 65 años a cuestas, Juliana Pátriz, la jefa de la familia, no logró contener el llanto en el momento en que el candidato arenero le daba un abrazo y le hacía entrega de una casa estimada en $4,100, como parte de su programa “Vida nueva”. Es la cuarta vivienda ya entregada.

La reacción fue similar en el resto de miembros de una familia que durante años vivió bajo paredes de lámina. Pero no todos pudieron escuchar el llanto ni las risas. Cinco integrantes de la familia Pátriz Cañas tienen problemas para escuchar y para hablar, pero esto no impidió que Dora Alicia Pátriz, de 31 años de edad, madre de cuatro menores —Saúl Alberto, Tito Alberto, Noé Alexander y Astrid Michelle, de entre dos y 14 años— y con un curso de cosmetología y trabajos de doméstica como armas de trabajo le comunicará por medio de señas su agradecimiento. De sus cuatro hijos, solo Noé Alexander y Tito Alberto pueden hablar. Por eso, las palabras de agradecimiento fueron dadas por Noé, quien ofreció, pese a que tiene 14 años de edad, su voto para Ávila en las próximas elecciones.

Pero aún con los yerros, la familia estuvo ayer en el centro de atención de la prensa y bajo las luces de cámaras de televisión y de fotografía.

El candidato no solo entregó una casa. Ayer también se comprometió a ayudar a que los hijos de esta familia con discapacidades tengan oportunidad de avanzar en estudios.

En la cuna perdida

Ávila aprovechó la gira que realizó en Sonsonate para visitar el municipio de Izalco y recorrer algunas arterias de la ciudad donde el partido ARENA efectúa su mitin de inicio de campaña, pero que perdió a manos del FMLN en las pasadas elecciones.

Recordando los motivos que ubican a Izalco como una de las “pérdidas más dolorosas”, como hace semanas lo reconoció el ex dirigente arenero Mario Acosta Oertel, Ávila se dio ayer a la tarea de recuperar la confianza de los izalqueños, a quienes presentó su plan de gobierno aderezado con camisetas, estrechones de manos y una serie de fotografías a lo largo del barrio Dolores.

Tras el recorrido, el candidato pidió a los izalqueños “no dejarse sorprender por los ofrecimientos de la izquierda”, ya que, según dijo, no tienen planes concretos para el desarrollo del país.

Lamentó la pérdida de la alcaldía que aún está bajo administración de Alexis Portillo, pero apuntó: “En la política las cosas dan vueltas y volveremos después de tres años porque la gente se dará cuenta de quiénes somos los que podemos sacar adelante al país”.

Luego de la visita por el centro de la ciudad de Izalco, Ávila se trasladó a la Cooperativa San Isidro para cerrar su recorrido por Sonsonate.