No cabe duda que la política nos ha mantenido muy ocupados y entretenidos en los últimos dieciocho meses, pero especialmente desde el 19 de enero del año en curso. Lo anterior ha hecho que no le hayamos prestado mayor atención a la situación económica nacional e internacional, y en este período la economía se ha deteriorado aceleradamente.
Algunas cifras interesantes que publicó el Banco Central de Reserva (BCR) la semana pasada son las siguientes: Las importaciones cayeron en enero de 2009 con respecto a enero de 2008 en 25.3%; las exportaciones cayeron en el mismo mes en 5.5%; las remesas familiares cayeron en 8.4% en enero de 2009; la recaudación de impuestos cayó en 11.6% en enero de 2009 y por primera vez en muchos años el gobierno tuvo déficit fiscal en el primer mes del año; el IVAE cayó en 1.7% en diciembre de 2008 con respecto a diciembre de 2007.
FUSADES realiza una encuesta mensual para monitorear la actividad económica y en la encuesta de enero de 2009 se muestra una caída en las ventas de las empresas encuestadas, tanto en el sector servicios, como en la industria, el comercio y la construcción. También se muestran caídas en el empleo y en las inversiones de todos los sectores.
La buena noticia es que los precios están subiendo menos que antes y que ya llevamos cinco meses consecutivos de deflación, lo que dejó la inflación de enero en 4%. La caída del precio del petróleo ha traído un gran alivio a los salvadoreños, pero ha golpeado al fisco.
También hay buenas noticias en el sector financiero porque, a pesar de que está subiendo la mora, hay una mayor liquidez y las tasas de interés sobre ahorros comienzan a mostrar una leve tendencia a descender.
No hay suficiente espacio para seguir con el análisis, pero mi recomendación es que ambos candidatos presidenciales y sus equipos económicos hagan un buen diagnóstico de lo que está ocurriendo en materia económica y que propongan medidas inmediatas para paliar la grave situación económica nacional que es consecuencia del grave descalabro financiero mundial.
Ni ARENA ni el FMLN van a poder sacar solos al país de la grave situación económica, financiera y fiscal que está empeorando día a día, pero si trabajan juntos tenemos una mejor oportunidad de salir adelante. Esperemos que lo comprendan y que a partir del 16 de marzo dejen atrás sus diferencias y traten de construir sobre aquellos aspectos en los que están de acuerdo para bien de todos los salvadoreños.