El fiscal general de la República, Félix Safie, se comprometió a sacar a sus subalternos de las oficinas para enviarlos a los centros de votación el domingo.

Según el funcionario, serán 518 fiscales electorales los que serán desplegados a escala nacional en los 461 centros de votación. El objetivo es que verifiquen de primera mano cómo se está desarrollando el proceso electoral.

“Los fiscales electorales no son asesores jurídicos, no van a ir a determinar si un voto o un acta vale o no vale”, señaló Safie, mientras explicaba que sus auxiliares estarán plenamente identificados y ubicados en canopis o quioscos a la espera de recibir denuncias por fraude electoral.

Para las elecciones municipales y de diputados del pasado 18 de enero, una de las principales quejas de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, las juntas receptoras de votos (JRV) y las juntas electorales departamentales y municipales fue la ausencia de fiscales en los centros de votación. En esa ocasión, decidieron permanecer en las sedes fiscales a la espera de alguna denuncia o de una llamada por parte de las autoridades del Tribunal Supremo Electoral.

“Las oficinas estarán abiertas con fiscales de turno para atender delitos comunes. Pero la destrucción de urnas de padrones o intentar votar dos veces será visto por los fiscales electorales”, señaló el funcionario.