Debido a “un desproporcionado impacto” de la recesión de Estados Unidos (EUA) y de las restricciones crediticias externas, el presidente electo Mauricio Funes enfrentará un “duro período” de ajuste, señaló la calificadora internacional Fitch Ratings.

Casey Reckman, director para América Latina de Fitch, afirmó que la economía del país percibe los impactos ante una débil demanda externa y el descenso de las remesas. De acuerdo al Banco Central de Reserva (BCR), en enero pasado estas registraron un decrecimiento de 8.4% respecto al mismo mes de 2008.

“Las nuevas opciones de respuesta política por parte del nuevo gobierno se limitan por la dolarización y por las ajustadas finanzas”, manifestó Reckman.

Además, el experto, agregó: “La colaboración política entre los principales partidos para aprobar un préstamo multilateral puede ser crucial para sus políticas fiscales a largo plazo, así como para restaurar la confianza del inversor”.

A su juicio, el compromiso público de Funes relacionado a mantener la estabilidad macroecomómica, la dolarización y una política fiscal en el contexto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) será importante para aliviar las restricciones financieras.

La agencia de calificación de riesgos recordó que la de El Salvador es BB+, con una perspectiva negativa.