El presidente electo, Mauricio Funes, viaja este día a Brasil, donde el lunes próximo tiene previsto reunirse con el mandatario de ese país, Luiz Inacio Lula Da Silva, según confirmó ayer a la prensa.

Funes viaja con su esposa, Vanda Pignato, también representante para Centroamérica del Partido de los Trabajadores (PT), al que pertenece Lula.

La reunión impedirá a Funes participar en la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), programada para el próximo martes en Managua, Nicaragua, a la que fue invitado por el presidente saliente, Antonio Saca.

Funes anunció que se disculpará con el gobernante por no poder estar presente en Managua, tras asegurar que ya había recibido la invitación de Lula cuando Saca lo invitó a que lo acompañara: “Él (Saca) ha sido muy gentil y tomó la iniciativa de decir que quiere que le acompañe para presentarme con el resto de mandatarios de la región, para ir entrando en el calor de las cumbres centroamericanas. Desafortunadamente, esta es una reunión que tenía prevista con el presidente Lula”.

El mandatario brasileño le llamó por teléfono el domingo en la noche para felicitarlo por su triunfo en las urnas e invitarlo al Palacio de Planalto, Brasilia, sede del gobierno de Lula. Esa noche también lo llamó Hugo Chávez, de Venezuela.