Cargo: Presidente del Grupo Agrisal, que incluye al WTC y a Star Motors.
Otros cargos: Presidente de la Fundación Empresarial para la Acción Social (FUNDEMAS).
Roberto Murray Meza no solo es uno de los empresarios más grandes e importantes del país, sino que ha formado parte de la dirigencia de ARENA y en más de una ocasión se le mencionó como la segura carta presidencial de su partido. Siempre ha declinado postularse y ha estado alejado, por cerca de cinco años, de la cúpula tricolor.
Ahora, luego del gane del FMLN en los comicios presidenciales, afirma que los resultados de la votación del 15 de marzo reflejan un país dividido, polarizado, en el que los dos partidos mayoritarios deben dialogar y consensuar los pasos a seguir.
No duda en señalar que la derrota de ARENA tuvo varias causas, que van desde un vacío de liderazgo dentro del partido, hasta fracasos en la conducción política de la administración pública.
Como empresario, celebra la mesura que el presidente electo, Mauricio Funes, ha demostrado.
A mí me indica que el país está completamente dividido, la diferencia es de 60,000 votos, que en 2 millones de votos es muy pequeña, pero nadie pone en duda que fue suficiente para dar una victoria clara y contundente al FMLN, en democracia, en orden y en transparencia. Hay una lectura para el presidente electo: que el país está muy dividido, muy polarizado. En la Asamblea Legislativa hubo un cambio muy pequeño, de tres diputados que perdió ARENA. En las alcaldías, el FMLN tiene alrededor del 51% y ARENA únicamente un 35%, hubo un mejor manejo territorial del FMLN. La lección es que los dos partidos necesitan concertar y crear un proceso de diálogo, de entendimientos y de visiones nacionales.
Si la lección es que hay que hacer concertación y buscar una visión de país, mayor razón en una situación de crisis, donde el manejo de modelos fracasados no nos va a traer soluciones exitosas a El Salvador. Modelos que se han comprobado como fracasados en otros países no deben ser utilizados en El Salvador en forma experimental, a ver si aquí sí funcionan. Debemos tener mucha precaución, cautela y mesura en el manejo del tema económico, el modelo económico inspira confianza o desconfianza. La confianza genera inversión, empleos y estabilidad, la desconfianza lo que hace es trancar la economía, reducir el número de empleos y generar mayor inestabilidad social. El reto del FMLN es grande, porque optarían por un cambio de modelo en un período relativamente corto y buscarían implementar un nuevo orden político. Voceros de ellos estuvieron mencionando en el Canal 12, por cierto, en forma muy confrontativa y belicosa, la necesidad de imponer cambios en la Constitución, nuevos modelos económicos, etcétera, cuando el presidente electo había dado mensajes que daban una luz y una guía al país. Vemos una cierta confrontación y contradicción adentro del FMLN que deberá de aclararse.
Aquí hay dos planteamientos, el primero es el de Mauricio Funes y sus asesores que merece mi respeto, y le diría aún más, merece mi apoyo, porque es un planteamiento que le da tranquilidad y seguridad al pueblo salvadoreño, y que en gran medida hizo que ganara Mauricio. El pueblo ha depositado su confianza en Mauricio Funes, y él tiene una gran deuda política con el pueblo salvadoreño. En la medida que sea él y sus asesores quienes predominen con las declaraciones muy mesuradas que han dado, en esa medida creo que vamos a avanzar con relativa confianza y estabilidad. Yo felicito al presidente electo y a sus asesores por haber tenido un planteamiento tan moderado.
Me preocupan las declaraciones que ha dado un dirigente, que creo que se ha quedado un poco atrasado en su manera de pensar, como Dagoberto Gutiérrez, que son planteamientos de confrontación, de peleas de clases, de manifestaciones callejeras, no son planteamientos de Estado ni de gobernabilidad. Tenemos que tener mucho cuidado y hacerle ver al FMLN que el país ha confiado en un candidato que realmente demostró seriedad y moderación, y tenemos que apoyar en alguna medida ese planteamiento, porque de lo contrario vamos a dar un retroceso enorme, vamos a regresar a períodos de confrontación y de polarización. Lo que ha sucedido no es que ha fracasado el modelo, sino que no funcionó bien porque no se manejó bien, debió de haberse manejado mejor. Pero la historia reciente demuestra que el modelo del socialismo dogmático, radical, del comunismo, llevó a la quiebra y al sufrimiento a muchos países.
Él ha sido muy claro en decir que dictará las grandes políticas económicas y sociales del país, que él será muy influyente en la conformación del gabinete de gobierno, no creo que haya tenido mucha influencia en la designación de la planilla de diputados del FMLN, pero creo que va a ser muy influyente en la determinación del gabinete y eso será una señal muy importante. Cuáles serán las primeras medidas que tome el presidente electo van a determinar el tono de su administración y nos vamos a fijar mucho en eso. Hay una muy interesante en esto y es que la comunidad internacional ha recibido muy bien la presidencia de Mauricio Funes, y no me refiero solo al presidente Lula, sino a toda la izquierda internacional y al mismo Gobierno de Estados Unidos, esperamos que el presidente electo reconozca, aproveche y capitalice ese respaldo que está recibiendo y logre escalar a un nivel de estadista y de manejar con equilibrio y gran mesura lo que ciertamente va a ser una presión muy grande de parte del FMLN, sobre su persona y sobre su gobierno.
Lo veo muy positivo de parte de Mauricio y de parte de los empresarios. Veo positivo que él ha tendido la mano a la conciliación, y ha rechazado el revanchismo, la cacería de brujas. Y veo muy positivo que el sector privado está deseoso de trabajar con él. Ya se ha dicho en otras ocasiones que trabajando dentro del marco constitucional de los esquemas de libertad de empresa, los cambios que puedan venir en términos de tarifas e impuestos, que son los cambios que ocurren dentro de un ajuste que se hace al modelo. Lo que la gente no quiere es amanecer de un día para otro ante un modelo comunista, un modelo socialista fracasado, que lo único que haga es conducir al país a una crisis más profunda.
Son los temas básicos de la política pública, cuáles deben ser las medidas de emergencia, de carácter social, fiscal y económico que debe tomar el gobierno. Hay toda una agenda que exige la situación económica del país y el marco de crisis financiera en el que el país está. Esas políticas y esas medidas deben de llevar el apoyo del sector privado y del partido ARENA, quienes tienen la necesidad de forjar una visión nacional, de poner los intereses nacionales muy claros como prioridades en este proceso de transformación inmediata que tiene el país, y hemos visto señales muy buenas de parte del candidato y los empresarios.
El mismo presidente electo ha puesto mucho énfasis en hacer efectiva la recaudación fiscal, más que en subir impuestos. En un momento de crisis subir impuestos drásticamente la profundizaría. En Estados Unidos, el presidente Obama, que quizás tuvo la intención de subir impuestos para financiar esos enormes subsidios al sistema financiero, ha tenido la cautela y la precaución de no subir los impuestos por el temor de pasar de una recesión a una depresión. Lo mismo sucede en El Salvador, es continuo el conocimiento de empresas que están reduciendo el número de empleados, un cambio drástico en la política fiscal en ese sentido profundizaría la crisis. Tenemos que actuar dentro de la Constitución y el modelo, y asegurarnos que la medida que se tome como medicina no mate al enfermo.
Hay dos izquierdas: una democrática moderada, que lleva a la prosperidad y al bienestar, como la de Brasil y Chile; y otra más radical, más confrontativa, como la de Chávez, que también pareciera que se da en Bolivia y en Ecuador. Las señales que ha dado el presidente electo, para gran tranquilidad de las mayorías salvadoreñas, es que se está yendo por la izquierda democrática moderada, de la prosperidad y el bienestar público y eso para nosotros es muy importante. Sentimos que efectivamente había el deseo de una buena parte de la población de un cambio de modelo, lo que preocupaba era cuál de esas dos alternativas, y habría sido desastroso que se optara por un modelo radical, dogmático, drástico, confrontativo, que más bien nos lleve el pasado.
ARENA está haciendo lo que debe hacer, la legitimidad de la autoridad moral de los tres ex presidentes es incuestionable, son ellos quienes mejor pueden conducir este proceso de autoevaluación, de catarsis, como le ha llamado el ex presidente Calderón, y eso ha generado mucha tranquilidad en el partido. Obviamente hubo un vacío de liderazgo que fue el que condujo a la derrota de ARENA, hubo desorganización, falta de conducción en la campaña, hubo falta de estrategia, hubo un manejo territorial deficiente que ahora debe evaluarse, y ahora deberá hacerse una composición nueva en las estructuras de ARENA, en donde se reconozca el mérito y el éxito de aquellos que condujeron bien las cosas, y a dónde haya cambios en aquellos que realmente no supieron manejar debidamente y con la efectividad política, sus responsabilidades. Este proceso ya comenzó, creo que se ha reaccionado rápido y se está haciendo de una forma ordenada. Estaremos muy atentos de cuál va a ser el resultado de ese proceso.
Creo que es muy sano que se hayan apartado el presidente Saca y el candidato Rodrigo Ávila del proceso, porque ellos son parte de lo que debe ser evaluado. El presidente Saca durante algún tiempo condujo al partido y al Gobierno, y en alguna medida tuvo alguna responsabilidad en la dirección del partido durante su conducción, y el mismo candidato fue candidato y presidente del partido. Entonces creo que es una medida sana y correcta el que los tres ex presidentes sean la autoridad máxima en este proceso de evaluación.
A mí me pareció interesante, leí esas declaraciones, me pareció interesante que no dijeron por qué estaba desunido el partido, y yo creo que eso es lo que habría que evaluar, qué fue lo que provocó la división adentro del partido ARENA y quiénes son los responsables de que eso haya ocurrido.
Yo tendré mi oportunidad de participar en el proceso de evaluación y allí daré algunas inquietudes y algunas recomendaciones propositivas y constructivas de mi parte.
Cuando hay un proceso de elección de líderes, primero hay que decidir qué es lo que se quiere hacer y después quién lo puede hacer mejor. Más que una nómina de posibles candidatos lo que debe de buscarse es una visión estratégica de lo que debe de hacer el partido, y posteriormente ir buscando quién es la persona que mejor puede implementar esa estrategia. Porque se puede escoger a un líder equivocado para implementar la estrategia equivocada, creo que las personas tienen que someterse a la estrategia del partido y conducir el partido en función del cumplimiento de esa estrategia.
Para mí es difícil contestar esa pregunta porque he estado alejado de la dirección del partido por alrededor de cinco años, pero lo que sí fue obvio es que el proceso de campaña fracasó, aunque fuera por 60,000 votos, que hubo un vacío de liderazgo en determinados momentos y que la conducción de la campaña no fue lo efectiva que debió haber sido, sin embargo creo que ARENA puede sentirse muy orgullosa de haber logrado los votos que consiguió, de haber obtenido la planilla que obtuvo en la Asamblea Legislativa, y de sentir que todavía es una fuerza política muy influyente.
Hay que separar aquí dos cosas, la gestión gubernamental fue bastante exitosa, la conducción política creo que fracasó. Hubo ciertos problemas en la administración pública, algunos de ellos se fueron resolviendo a medida que transcurrió el tiempo, hubo otros problemas que no, pero esos son más bien de la competencia del presidente Saca y de su equipo de gobierno. Lo que sí creo yo es que la conducción del Gobierno en alguna forma no fue suficiente para crear y enriquecer la conducción política, y por tanto no hubo el derrame de beneficios en la política eleccionaria que podría haber tenido.