Los partidos políticos y sobre todo los “grandes” en lo que a capacidad económica se refiere han comenzado la anunciación y promoción de sus candidatos que participarán en las próximas elecciones de 2009 con suma anticipación, lo que con un poco de sentido común se concibe como una campaña electoral ¿o será acaso propaganda electoral? Es legítimo preguntarse si ambos términos significarán lo mismo o habrá alguna diferencia en uno y otro.
Campaña electoral es el periodo de activa propaganda electoral, de palabra o por escrito, tendiente a la obtención del voto del electorado; mientras que propaganda es la difusión de cualquier doctrina o ideas por toda clase de medios de expresión, sean estos radio-telefonía, televisión, prensa, pinta y pega, la que acarrea diversas finalidades.
Obviamente al tratarse de una propaganda política, su propósito será atraer partidarios, valiéndose incluso de destacar cualidades generalmente exageradas de sus postulantes.
Como fácilmente se advierte, los conceptos que se utilicen no suelen ser relevantes, cuando se está frente a acciones que inequívocamente tienen un mismo significado.
Se ha manejado no solo por los mismos actores de la difusión, sino también por parte de las autoridades en materia electoral, que la publicidad que nos ocupa no puede ser considerada como propaganda electoral, en razón de que no hacen un llamado o una invitación abierta al voto; no obstante para los salvadoreños se ha tornado tan habitual oír palabras como “vamos a ganar”, “estamos en gira”, “futuro presidente”, “alcalde 2009”, “plan de gobierno”, etcétera.
Con estas acciones, se corre el grave riesgo de que los potenciales votantes estemos cansados del bombardeo publicitario por parte de los aspirantes a cargos públicos, de tal manera que cuando “comience la propaganda electoral” hagamos caso omiso de sus propuestas, bien maniobrando el control remoto, pasando la página, cambiando el dial, volviendo la vista al otro extremo, o cualquier otra actividad que implique poner atención a cosas novedosas.
Es comprensible el manejo que estos le han dado al asunto de la difusión, por convenir a sus intereses, pero también es preocupante y es que el plazo de ley para iniciar la propaganda electoral deberá iniciarse, según el artículo 227 del Código Electoral, cuando se encuentren debidamente inscritos los candidatos que participarán en las elecciones que para tal efecto convoque el Tribunal Supremo Electoral, solo a partir de la inscripción del partido político, coalición y candidatos les “nace el derecho a hacer propaganda electoral”.
Convencida de que nos encontramos en pleno ejercicio de la propaganda antes de término, es evidente también que con ello se están apartando de lo que ordena la legislación.
Con certeza los partidos políticos que ahora mismo se encuentran en una abierta propaganda electoral serán los que gobernarán el país los próximos cinco y tres años, a partir del año 2009, los mismos que ahora hacen caso omiso de lo que manda la ley, violando flagrante y reiteradamente la norma. Por ello se hace necesario que vigilemos que cuando asuman sus actividades de burócratas se aparten de esa práctica, puesto que lo menos que queremos los ciudadanos es que ese quebrantamiento a la legislación se vuelva una costumbre y continúen en la misma dinámica. Por el bien de todos y todas, estamos deseosos y esperanzados de que no sea así y quienes ganen las elecciones futuras sean respetuosos del estado de derecho.
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