“Tratemos de evitar la asfixiante visión cortoplacista electoral que predomina en la atención de los medios, influyendo a la sociedad. El mundo no termina en 2009, enfoquemos simultáneamente temas de largo plazo que requieren acción inmediata.”
Pasamos por un período preocupante, debido principalmente a las elecciones, aunque lejanas, pero se tiende a ver todo con la lupa estrecha del cortoplacismo, exclusivamente en función electoral, si beneficia o perjudica a ARENA o al Frente, lo demás pareciera no importar.
Esto es malo, la vida sigue después del año 2009 y hay que pensar en los temas importantes para el país que van más allá de la elección y de quien gane. Y uno que ilustra claramente el punto es la formación de la comisión denominada “anticrisis” por facilidad, pues su nombre de pila es largo.
Aunque el mundo entero enfrenta los mismos problemas de aumento de precios y dificultad de abastecimiento de granos, que inciden más en los pobres y buscar soluciones es solamente obligación moral, la sensación es que preocupa más si el gobierno adoptará las propuestas, si ARENA se puede favorecer del resultado, si el FMLN puede sacarle raja a la difícil situación.
Sería más sensato canalizar la energía al análisis de las soluciones, a cómo sacar provecho de la situación para arreglar problemas estructurales. Eso hablaría mejor de nuestra sociedad y de los adalides de opinión que dirigen buena parte de la actitud colectiva.
Sería más sensato preocuparnos más por reactivar el agro ahora que los precios de los granos estarán altos por largo tiempo, contribuyendo a combatir la pobreza rural, en donde viven los más pobres.
No podemos controlar los altísimos precios del petróleo, que cargan a todo el mundo porque inciden transversalmente en las economías, pero es buen momento para cambiar hábitos de consumo, cambiar a más energías renovables, depender menos del petróleo, gastar menos energía y combustible en esfuerzos racionalmente dirigidos.
Ante el aumento del costo que eso produce en el transporte público, a la par de las soluciones inmediatas, aprovechemos el tiempo para ordenar y abaratar el transporte masivo metropolitano, salir del sistema perverso de buseros y políticos que los protegen, iniciar transporte masivo de otro estilo, ya sea metro, buses acoplados como el Transmilenio de Bogotá o el que ya ha comenzado en Guatemala.
El trigo seguirá siendo caro por el alto consumo de los 400 millones de nueva clase media de China y la India. Sabemos que no tenemos condiciones para producirlo, pero sí para enfatizar en cambiar hábitos y comer más maíz, hay que ver con cuidado medidas de aranceles o subsidios a sectores.
Aunque parezca ir por la tangente y las autoridades dicen haber implementado la mayoría de recomendaciones de la Comisión de Seguridad, prevalece la impresión de que eso no es así. Pero procede hacer una matriz con las recomendaciones y su grado de cumplimiento para sanear el ambiente y hacerlo público.
Y no es que restemos importancia al resultado de la elección; son las elecciones más importantes a que nos enfrentamos en la historia. También los medios deben pedir aclaración sobre el doble discurso del FMLN, en torno a si de verdad los va a cambiar como dice el candidato Funes, y ver acciones más allá del discurso, como un congreso en el que adopte un ideario y estatutos diferentes, renunciando a su esencia revolucionaria y socialista.
También deben preocuparse de aclarar si el temor al Frente es mayor porque pueden ser antidemocráticos y perpetuarse en el poder como han hecho en el partido. ¿Cómo se puede anticipar o demostrar a priori un cambio de naturaleza? Con hechos.
Es de comentar en esta tangente, que en algunos sectores de derecha (empresariales) persiste la molestia por el manejo de las llamadas primarias y por acciones del gobierno percibidas como acoso empresarial. Ha calado fuerte y de no dejar de pensar con el hígado estarán contribuyendo a una victoria del Frente. Es legítimo y válido si conscientemente prefieren esa opción, poco madura si no es racional. Es momento oportuno para que los partidos mayoritarios asuman compromisos mutuos sobre temas que no debieran cambiar después de 2009, educación e institucionalidad, dos de los más relevantes. ¿Tendrán sus cúpulas la madurez de sobreponerse al único y válido ejercicio de ganar la elección? ¿Qué ayudaría a que eso suceda? O son ilusiones de opio. Si los medios cambian su casete solo unos grados, si dentro de su menú cotidiano y la comprensible ansiedad por salir con los temas que llaman más la atención, que venden más y hacen más notable al periodista en ese exclusivo momento, introducen una dosis de sensatez para tratar los temas de largo plazo, por píldoras, aunque sea, algo va quedando y fuerzan a los políticos a tomar posturas sobre ello.
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