Con una protesta de sindicalistas contra su administración y la incertidumbre de un grupo de empleados municipales por las políticas que implementará el alcalde electo, Norman Quijano, se desarrolló ayer la última sesión del concejo municipal de Violeta Menjívar como alcaldesa de San Salvador.

En esta última reunión, el concejo programó temas livianos en su agenda abierta para el público. Los periodistas tuvieron acceso a la discusión de temas como la premiación de los participantes en el concurso de alfombras con motivo de la recién celebrada Semana Santa.

La sala del concejo municipal también recibió la presencia de integrantes del FMLN del municipio de San Salvador, quienes llegaron a felicitar a Menjívar y a darle las gracias por su labor al frente de la comuna.

Protestas

En las afueras de la alcaldía capitalina, los integrantes de la Asociación de Trabajadores Municipales (ATRAM) denunciaban a la alcaldesa por el presunto incumplimiento en el pago puntual de cuotas del Fondo Social para la Vivienda (FSV), administradoras de pensiones, bancos y cooperativas.

También denunciaban el supuesto mal manejo de la despensa municipal y la creación de un reglamento que atenta contra la libre organización.

Al interior de la comuna, otro grupo de empleados externaba su preocupación ante la posible suspensión de programas de ayuda otorgados por la administración de Menjívar, los cuales están dirigidos a beneficiar a los trabajadores con permisos y apoyo para estudiar.

La incertidumbre en torno a posibles despidos también es motivo de preocupación para los empleados de la comuna, sobre todo porque el alcalde electo proviene de las filas de ARENA.

Es la otra cara de lo que ocurre en el Ejecutivo, donde también hay incertidumbre laboral debido al traspaso de poder al Gobierno que encabezará Mauricio Funes, quien ganó la elección con el apoyo del FMLN.