La violencia entre militantes partidarios y los mensajes publicitarios difamatorios son los aspectos de la campaña electoral pasada que más rechazan los ciudadanos, según una encuesta llevada a cabo por LPG Datos, la unidad de investigación social de LA PRENSA GRÁFICA.
Para el estudio, realizado entre el 7 y el 9 de marzo, fueron entrevistadas 1,500 personas de todo el país, con un margen de error de 2.6% y un nivel de confianza del 95%. LPG Datos monitoreó la opinión de la gente sobre la campaña electoral durante todo el proceso, lo cual permite ahora ver lo positivo y lo negativo.
A las personas se les preguntó, en primer lugar, qué actitud estaba prevaleciendo durante la campaña, si la positiva o la negativa.
Al cierre de la campaña, el 40.9% de las persona opinaba que estaban prevaleciendo las actitudes positivas, mientras que el 39.3% decía que las negativas. Es más, en opinión de la gente, las actitudes positivas fueron las dominantes durante la mayor parte del curso de la campaña.
Las campañas, según la población, se pusieron más negativas a medida que se acercaban los días para asistir a las urnas.
¿Y qué ve la gente como positivo y negativo? Lo que la gente más rechaza son las acciones violentas y que el contenido de las campañas sea difamatorio.
¿Y quién ha hecho más cosas negativas? El 34.3% respondió que el FMLN; mientras que el 32.4%, ARENA. Hay que tomar en cuenta, en este punto, que la gente tiene reproches dispares para los partidos. El FMLN es visto como el partido que más recurre a la violencia de calle, mientras que ARENA es asumido como el artífice principal de las campañas difamatorias.
La gente, como ya se observó, también ve muchas cosas positivas en las campañas electorales. Lo mejor, dicen, son las propuestas de gobierno, que los políticos se acuerden de visitar a la gente y el reparto de ayuda a los más necesitados.
Las actitudes más positivas adjudicadas a ARENA son hacer buenas propuestas, acercarse a la gente y ofrecer ayuda a las personas necesitadas.
En el FMLN se destaca como positivo las propuestas desarrolladas durante la campaña electoral y la campaña misma, en el sentido que no estuvo plagada de mucho contenido difamatorio.
Ahora bien, para evaluar las campañas electorales en sí, se preguntó a los ciudadanos qué recordaba más de cada partido.
El nombre de ARENA, al final, ha quedado más asociado a los contenidos difamatorios —campaña sucia—, pero también a las buenas propuestas.
La casa de campaña de ARENA no usó el nombre del partido para lanzar mensajes en contra de Mauricio Funes, Salvador Sánchez Cerén y el FMLN; ese trabajo fue realizado principalmente por una asociación autodenominada Fuerza Solidaria.
Las ofertas areneras que más recuerdan los ciudadanos son la de dar “más y mejores empleos” y la de construir casas para las personas necesitadas.
El nombre del FMLN ha quedado asociado en primer lugar a las buenas propuestas y ayuda los más pobres, pero también a los actos de violencia en contra de los activistas de los partidos adversarios.
Las brigadas territoriales del FMLN aparecieron constantemente en las pantallas de televisión atacando vehículos y a personal de los adversarios.
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