Otra fuga de dinero: la propaganda oficial. Nadie juzga como innecesarios los anuncios oficiales que orientan a la población sobre medidas de prevención ante peligros como la posible epidemia de gripe y para informar sobre medidas de prevención al inicio de la temporada de lluvias; concientizar sobre el ahorro de energía y agua, el deber de cuidar el medio ambiente, etc. Pero eso es muy distinto a publicar ocho páginas en toda la prensa escrita con fotos de edificios, como lo hizo hace unos días la Corte Suprema de Justicia. ¡Por favor, señores magistrados!
Como sabemos, los ingresos del Estado han disminuido y se espera el déficit fiscal aumente. Si la economía no crecerá, como muy bien vaticinan los expertos, en lugar de gastar más, los dirigentes públicos deberán ser austeros y apretarse el cincho, al igual que lo están haciendo los 5.7 millones de salvadoreños que les pagan sus sueldos.
Sería conveniente que el gobierno que inicia sus funciones el 1.º de junio lance un plan integral y estratégico para prohibir el despilfarro en las instituciones públicas y enviar un mensaje claro y enérgico de que se esforzará en utilizar únicamente los recursos que de verdad sean necesarios para hacer buen gobierno y dedicar los pocos fondos con que contará a los programas sociales que se focalicen en ayudar a los más necesitados.
Comenzar a reducir los gastos innecesarios en viajes y publicidad; mejorar la eficiencia de las instituciones públicas y reducir la burocracia; integrar oficinas del Estado, evitar la duplicación de funciones y redefinir bien las funciones y objetivos de cada una de ellas son acciones que, dadas las actuales circunstancias, merecen la máximo urgencia y que, no cabe duda, serían bienvenidas por todos los que contribuimos a mantener a flote este país.
Aún no hay comentarios.
Canal RSS de los comentarios de la entrada. URL para Trackback