William Hándal, ministro de Hacienda, fue uno de los grandes ausentes este año. La economía ya entraba en una etapa delicada, pero el ministro Hándal no aparecía, a pesar que anteriormente había sido uno de los más accesibles.

Ayer, tres periodistas lo cuestionaron por tanto silencio. La reacción de Hándal fue a la defensiva: “Eso a mí me tiene sin cuidado; yo no trabajo para eso, sino para el país”.

“Cada vez que ustedes piden información se les ha dado. Cada vez que llaman a comunicaciones (del ministerio) cuando quieren información se les da”, aseguró Hándal.

Periodistas de todos los medios han estado buscando a los funcionarios de Hacienda desde enero, y no fue posible obtener ni una sola entrevista. Solo a costa de sorprenderlos, o de obtener informes oficiales de fuentes anónimas, se ha conocido la situación fiscal nacional. Pero en años anteriores sí hubo disponibilidad desde Hacienda.

Los periodistas insistieron con el ministro y Hándal seguía defendiéndose. “Cuando estamos hablando de información se les ha dado. ¡Que ustedes quieran verme la cara a mí, es diferente! Si no me la han visto, ¡disculpen!” expresó. Los periodistas guardaban silencio, al igual que los otros funcionarios que estaban junto a Hándal.

Sin embargo, cuatro meses buscando a Hándal y a Mariano Bonilla —encargado de impuestos— daba muchos argumentos a los periodistas.

Una de las comunicadoras institucionales cortó la pregunta y concedió la palabra para la última intervención. Pero los ánimos ya estaban caldeados y los delegados del Fondo Monetario Internacional habían llegado para una reunión.

La última interrogante volvió a la línea que no quería Hándal: “¿Por qué no se hizo antes el cambio, señor ministro? La focalización de subsidios generalizados, por ejemplo”.

Hándal se dedicó a defender los logros de la gestión. Y después se retiró con su equipo.