El presidente saliente, Antonio Saca, ha sido el mejor de la dinastía arenera, según las generaciones actuales. Un examen global de la evolución del país en los últimos 25 años muestra que el mejor legado es el del ex mandatario Alfredo Cristiani, el hombre que llevó al poder a ARENA. Napoleón Duarte, el único presidente del PDC, también hizo un buen trabajo a pesar de la guerra y los cuestionamientos políticos con los que concluyó su mandato en mayo de 1989.

El mejor gobernante de los últimos 25 años ha sido José Napoleón Duarte, quien gobernó entre 1984 y 1989, opina el 32.8% de los salvadoreños en la actualidad, según la encuesta más reciente desarrollada por LPG Datos, la unidad de investigación social de LA PRENSA GRÁFICA.

En el sondeo se le dijo a los ciudadanos: le voy a mencionar los nombres de los últimos cinco presidentes de El Salvador, y me gustaría que me dijera quién de ellos, en su opinión, ha sido el mejor: Napoleón Duarte, Alfredo Cristiani, Armando Calderón Sol, Francisco Flores y Antonio Saca. Los nombres fueron leídos en orden rotativo para no favorecer a ninguno con ser el primero o el último en ser mencionado.

El mayor número de menciones lo obtuvo Duarte, quien fue el primer presidente después de la caída del último régimen militar. En segundo lugar quedó Antonio Saca, seguido de Alfredo Cristiani. Las generaciones actuales, entonces, consideran que el mejor mandatario de la dinastía arenera ha sido el presidente saliente, quien no tuvo el placer de pasar el poder a un correligionario suyo.

Los seguidores de ARENA, seguramente, están muy dispuestos a desafiar el dictamen de la opinión pública actual, pero hay dos razones para que los resultados sean lógicos. La gran mayoría de simpatizantes del FMLN prefiere opinar en favor de Duarte antes que endosar a un ex presidente de ARENA. Los jóvenes, por otra parte, recuerdan más al presidente actual.

Eso dice la opinión pública, pero ¿qué dice la historia reflejada en cifras? LPG Datos recopiló información de los últimos 30 años sobre cinco indicadores claves y los comparó. Este ejercicio nos muestra un dictamen distinto.

Los cinco indicadores son dos económicos (crecimiento anual de la economía y empleos formales), dos sociales (pobreza e Índice de Desarrollo Humano, IDH) y uno político (evaluación de gestión mediante encuestas).

La información disponible no posibilitó construir un indicador que permitiera evaluar la seguridad pública por más de nueve años en el tiempo.

En cuatro de esos cinco indicadores, los mejores números son los de la administración Cristiani, lo cual le hace ganar el pulso de la historia visto desde los indicadores mencionados.

Ahora veamos los indicadores uno a uno. El IDH de El Salvador tuvo su mayor avance durante la gestión Cristiani, seguida de la de Duarte. Entre los areneros, el peor aporte fue el de Armando Calderón Sol, seguido de Francisco Flores y Antonio Saca. Los números finales de este último quinquenio, sin embargo, aún no están completos.

Las escasas cifras oficiales sobre pobreza muestran que la gestión Cristiani tuvo un aporte modesto, superado por Calderón Sol. El peor desempeño, una vez más, lo tuvo Saca.

Los datos de crecimiento anual de la economía resaltan una vez más a la gestión Cristiani con los desempeños más altos de los últimos 25 años. Los peores números los tiene la administración Duarte, aunque el mayor descalabro ocurrió durante los gobiernos de las tres juntas revolucionarias, entre 1979 y 1982.

El crecimiento porcentual de la cantidad de afiliados al ISSS muestra de otra forma el buen desempeño de la economía del país durante la administración Cristiani.

Finalmente, llegamos a las cifras de evaluación popular de los mandatarios. Para este ejercicio se utilizaron las investigaciones del Instituto Universitario de Investigación Pública de la UCA (IUDOP). Esta institución, entre 1987 y 1993, no calificaba a los mandatarios con un número, sino con conceptos (bueno o malo). LPG Datos les asignó a los conceptos un referente en números para hacer la comparación. Cristiani gana otra vez.