“La presente crisis nos afecta gravemente porque se careció de una estrategia para enfrentar sus efectos… Debemos hablar sin rodeos de un deterioro inaceptable de las finanzas.”
“Precisamos hacer una revolución pacífica y democrática que implante un modelo que inserte lo social en lo económico, y lo económico en la valorización del desarrollo humano.”
“Reinventar nuestro país no significa abandonar lo que tiene de bueno. Significa mejorar lo que está bien y hacer lo que nunca fue hecho: un modelo de desarrollo nacional.”
“La responsabilidad por esta situación no es del pueblo salvadoreño, sino de la élite dirigente que estuvo hasta hoy en el poder.”
Mauricio Funes, presidente de la República
PDF Una apuesta por empleo temporal y la llegada de la Red Urbana
“Nosotros no tenemos el derecho de equivocarnos”, afirmó Mauricio Funes en su primer mensaje como presidente de El Salvador, tras comprometerse a “reinventar” el país bajo un proyecto de desarrollo nacional que supere la deuda social existente y permita superar las crisis económica.
Durante este discurso, que estuvo marcado por el compromiso de romper con las formas de gobiernos anteriores; gobiernos de “privilegios de familias”, “complacientes con la corrupción y cómplices del crimen organizado”, y que fue aderezado con promesas de mejoras en seguridad, Funes describió una situación económica difícil que le hace el camino complicado.
“El escenario es tal que debemos hablar sin rodeos de un deterioro inaceptable de las finanzas públicas. La responsabilidad por esta situación no es del pueblo salvadoreño, sino de la élite dirigente que estuvo hasta hoy en el poder”, enfatizó el mandatario, quien ofreció para esa reinvención un ambicioso sistema de protección social y un plan anticrisis, pero sin detallar cómo serán financiados.
Las primeras medidas enumeradas fueron los programas de trabajo temporal por 18 meses, la construcción de 25,000 viviendas de interés social y la ampliación de servicios básicos, puntos que anunció un día antes su secretario técnico, Alex Segovia, y con los cuales se espera generar al menos unos 100,000 empleos directos.
El plan, que tendrá un costo de $475 millones, también trabajará en la creación de una banca de fomento productivo y un sistema de garantías enfocado para los micro, pequeños y medianos empresarios. “Estas acciones traerán una gran cantidad de beneficios, porque además de generar empleo permitirán abrir nuevas rutas, en especial rurales, llevar vivienda, agua, electricidad, escuelas, unidades de salud y obras de mitigación”, detalló.
Pero en lo que más se detuvo el presidente fue en presentar el sistema de protección social universal, porque según sus palabras este “escribirá una nueva historia en el campo de la política social”. Aquí el primer paso es la creación del programa de Comunidades Urbanas Solidarias, que se centrará en la atención de los asentamientos urbanos precarios con la reparación y construcción de 11,000 viviendas, mejora de servicios básicos y la entrega de un bono de educación a niños de entre seis y 18 años, además de medidas para mejorar la seguridad.
También se ampliará la cobertura de servicios básicos de Red Solidaria a otros 32 municipios de extrema pobreza y se otorgará una pensión básica a los adultos que viven en los 100 municipios más pobres que ya atendió dicho plan, que ahora se conocerá como Comunidades Rurales Solidarias. Un plan de atención de salud y nutrición en los 100 municipios con los índices más altos de desnutrición y una ampliación de la alimentación escolar que beneficiará a 500,000 niños.
Funes también enumeró otras tres medidas enfocadas, según sus palabras, “a aliviar a los desempleados y familias más pobres”. La primera es una promesa de campaña: dar uniformes y útiles gratuitos a 1.3 millones de estudiantes del sector público; la otra es garantizar que el Seguro Social cubra temporalmente a desempleados y que se eliminen las cuotas para acceder a servicios de salud. “Precisamos hacer una revolución pacífica y democrática que implante un modelo que inserte lo social en la manera de organizar lo económico e inserte lo económico en la valorización del desarrollo humano”, resumió al final el nuevo mandatario.
Hasta la fecha, de los $475 millones que requerirán estas medidas, se cuenta solo con un 50% ó 60%, según datos del nuevo Gobierno. El resto se buscará en organismos y medidas de ahorro interno. Precisamente, “dada la gravedad” de la crisis fiscal, Funes prometió fortalecer las “deterioradas” finanzas y generar ahorro con un programa de austeridad en el “gasto superfluo” del Gobierno, la focalización de los subsidios y el combate a la elusión, evasión, contrabando y corrupción.
Los detalles, agregó, los presentarán en los próximos días sus ministros, cuando también se espera convoque al diálogo nacional para negociar una estrategia de desarrollo, un acuerdo para el empleo y un pacto fiscal.
Al cierre de su discurso, Funes oficializó la reapertura de relaciones diplomáticas con Cuba, colocó a Barack Obama y a Luiz Inácio “Lula” Da Silva como los ejemplos a seguir, y reiteró su llamado a una unidad nacional que acabe con el complejo de víctimas y con los preconceptos.
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