La Prensa Gráfica

Una acróbata ejemplar

 

Erick Montoya

Bajo el calor de láminas y los sonidos incomparables del recreo, Katherine Miranda, de tercer grado, practica una y otra vez las acrobáticas figuras que son parte de su próxima presentación de gimnasia.

La pequeña, estudiante del Complejo Educativo Profesora Amanda Artiga de Villalta, de San Salvador, se ha convertido en una instructora de esta rama del deporte. “¿Cómo puedo hacer el avión?”,  pregunta entusiasmada una compañera de Katherine. Y ella responde: “Es muy fácil, sólo extendé tus brazos y poné tu cuerpo recto”, explica agitada. A sus 11  años, ella conoce casi todas las figuras de la gimnasia, como el murciélago, el candelero, la planchita, entre otras. La tarde avanza y con ella los estragos del calor se hacen notables en la colchoneta donde practican las acrobacias. “Tengan cuidado, se pueden caer”, dice gritando Katherine. Hace algunas semanas tuvo una caída y no quiere que sus compañeras pasen por un accidente como ese.

Para Katherine, la disciplina y la práctica son muy importantes para hacer una buena presentación como la que tuvieron hace un par de semanas en el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) y en el Gimnasio Nacional. “Me puse muy nerviosa, pero lo hice bien”, compartió emocionada. Según sus maestros, además de ser muy buena atleta, es una excelente estudiante, a pesar del poco tiempo que tiene disponible para hacer sus tareas. “Aparte de la gimnasia, también bailo en un grupo de la Alcaldía de Cuscatancingo y me gusta distraerme en actividades sanas”, dijo.

En los últimos años, la pequeña gimnasta ha logrado ganar los primeros lugares. El sacrificio y la perseverancia en lo que hace le dio como regalo ser una de las mejores estudiantes de su grado, ser instructora de gimnasia y, por si fuera poco, ser la presidenta de su sección. El sonido de la campana despide a los estudiantes del turno vespertino y    hace saber a la niña instructora de gimnasia que el tiempo del ensayo ha concluido . Solo le queda esperar otro día para seguir practicando.