Con la aspiración bajo la manga de lograr al menos 14 diputados para la Asamblea en 2009, el PDC —que no pierde tampoco la esperanza de recuperar la presidencia que un día condujo, pese a la poca ventaja que le dan las encuestas en estos días— ofrece una nueva forma de negociar pactos al interior de la Asamblea, y aunque se cuida de señalar con el dedo a algún partido en específico, afirma que ofrece no un sistema de compra de voluntades, sino pactos reales de gobernabilidad
Según Parker, el PDC está determinado por su tradición y no por sus integrantes.