Además de atender la crisis, el nuevo gobierno se sabe con el reto de generar confianza; por eso al hablar de medidas para sumar recursos que permitan atender la crisis, Segovia señala la redistribución del presupuesto, acelerar la inversión pública y la posibilidad de acudir a deuda.
Karla Ramos
politica@laprensa.com.sv
Se cuida mucho de no adelantar posibles políticas públicas a implementar, pero Álex Segovia reconoce que el gobierno de Mauricio Funes está ante un doble desafío: atender la crisis con el poco margen fiscal que tiene el país, y a la vez no dejar de lado las promesas hechas en campaña.
Aun así, el asesor económico del ahora presidente electo y miembro de su equipo de gobierno reconoce que la situación los obligará a replantearse algunas de las medidas ofertadas.
Hay analistas que dicen que el FMLN ganó en el peor momento por la crisis. ¿Es el peor momento?
Nunca en la historia hay mejores o peores momentos para llegar al gobierno. Si se cambia un gobierno es porque siempre hay desafíos grandes que resolver, más en un país como este donde existen problemas estructurales de fondo que no se resuelven. Qué es lo nuevo aquí: la crisis y eso agranda los desafíos y pone otros nuevos.
Sí es un momento complicado para haber llegado, entonces.
La gestión del gobierno va más allá de la economía. Cuando los economistas creen que no hay solución, lo que tienen que hacer, decía un profesor mío, es recurrir a la política porque a veces los problemas económicos no se resuelven desde la economía sino desde la política, y es buscando entendimientos políticos que se abren espacios a la gestión económica.
¿Y cuáles son los desafíos en medio de una crisis como esta?
Cómo hacer, en el corto plazo, medidas eficaces que ayuden a superar la crisis y reducir sus impactos, y a la vez avanzar en la remoción de problemas estructurales. Para ponerlo más sencillo: ¿cómo no quedarse en lo coyuntural y solo administrando la crisis? Ese es un lujo que no puede darse un gobierno de izquierda. Hay que enfrentar la crisis, pero a la vez avanzar en las apuestas estructurales del plan de gobierno.
Eso no solo requiere de disposición, sino de recursos…
El problema pasa por un problema de recursos, pero no se reduce a eso. Tiene que ver con un cambio de estrategia de país, con las prioridades, las apuestas estratégicas. Lo que se necesita es hacer un cambio en el diagnóstico y en la forma de hacer una política pública. Hay políticas que se hicieron, pero en algunos casos hay que corregirlas, mejorarlas, potenciarlas, y en otros, hay que cambiarlas. Por eso se deben abandonar las políticas de gobierno y construir políticas de Estado. Son más viables porque todos apoyan políticamente las medidas, y hacen que los costos y beneficios sean aceptados por los sectores.
No es fácil esa concertación.
No va a ser fácil y no ha sido fácil, sobre todo ahora, con la crisis, pero el hecho de que no sea fácil no significa desistir. No hay otra alternativa en lo económico ni en lo social.
Se pueden imponer políticas.
Sí, hay otras formas pero no son viables. Hacer lo contrario polarizaría la situación, y ante la imposición y el diálogo lo sensato es asumir el diálogo porque la crisis va a ser de tal magnitud que la única manera de enfrentarlo es como país, repartiendo proporcionalmente los costos y beneficios.
¿Y cómo se logran redistribuir los efectos y beneficios?
Hablando y con políticas creativas. Una forma típica de resolver las crisis anteriores ha sido recortar el gasto social, la inversión pública y a eso no vamos a recurrir. Hay que hacer esfuerzos fiscales de redistribución de gastos; reducir la inversión amplificaría los efectos de la crisis. Por eso, como equipo económico, estamos haciendo un análisis lo más realista, objetivo y actualizado de la situación económica y financiera porque eso nos permitirá saber cómo estamos, y sobre esa base se harán las políticas públicas.
¿Cómo creen que encontrarán la situación financiera del país?
Los datos económicos que están saliendo nos dicen que las proyecciones gubernamentales para 2009 eran muy optimistas, que la situación del país será peor que lo que el Gobierno estaba proyectando, y va a ser peor que las proyecciones con que se aprobó el presupuesto 2009.
¿Se podrán ejecutar entonces todas las medidas que conlleva el plan anticrisis?
Hoy más que nunca se necesita un plan anticrisis. Ahora, los componentes del plan, su alcance e inclusive la forma de implementación del mismo dependerá de varias cosas: de dónde la crisis esté golpeando más, qué áreas, qué sectores; pero también dependerá de con cuántos recursos se cuente y de cuánto se pueda movilizar en el corto plazo. Y de ahí plantearemos las medidas más urgentes. De aquí al 1.º de junio hay tiempo y espacio para que, si la crisis se complica, se puedan hacer medidas desde ya con el gobierno del presidente Saca.
Con los datos que ya se ven, ¿la crisis se va a complicar más?
Nadie tiene la bola mágica para saber cuándo terminará y qué tan profundo nos va a golpear, pero sabíamos que nos íbamos a encontrar con un escenario muy restrictivo para hacer políticas públicas.
¿Qué tan restrictivo?
Dada la magnitud de la crisis, todas las políticas públicas que se recomienden tienen que tomar en cuenta la dimensión de la crisis. ¿Cuál va a ser el secreto para avanzar? Será que las políticas públicas que se implementen atiendan la crisis de coyuntura y la crisis estructural, que sean políticas adecuadas.
En un escenario restrictivo, ¿qué política pública adecuada se puede hacer?
En tiempos de crisis, los gobiernos salen a inyectarle recursos a la economía, a hacer obra pública para generar empleo y apoyar a sectores productivos, mientras que en tiempo de bonanzas ahorran para tiempos de crisis.
No se está haciendo ninguna política anticíclica, no hay margen.
Como estamos dolarizados, la única política en la práctica es la política fiscal y en estos momentos de crisis no tenemos política fiscal, o el espacio es muy pequeño.
Si no hay margen por la dolarización y por el área fiscal, ¿qué queda?
Revisar el tema del gasto público. Ver si hay subejecución en la inversión pública, ver cuáles son los créditos prioritarios, ver qué gastos que se pueden cortar y redirigir hacia programas sociales y ver el espacio para el endeudamiento público. Hay que hacer distintas medidas para ampliar los márgenes de maniobra.
¿Será suficiente para conservar, por ejemplo, el empleo?
No, pero es importante, porque mantener los empleos también depende de que se tomen medidas inmediatas que les permita a los empresarios lidiar con el principal problema: el crediticio. En estos momentos una empresa mucha voluntad tendrá de no despedir a nadie, pero sino tiene capital de trabajo qué va a hacer. Entonces, mantener los empleos actuales significa tener un marco de confianza y estabilidad, pero hacerle llegar recursos a las empresas de todos los tamaños y mantener sus operaciones. Políticas de fomento y sectoriales serán también fundamentales en el corto plazo.
¿Que sectores serán prioritarios?
Yo hablaría mejor de cuáles responden más rápido a los estímulos: el agropecuario, que es de los que más empleo genera. Otro es el de la construcción y otra área que podemos hacer son los proyectos de infraestructura del sector público. El presupuesto de este año lleva $800 millones y lo que hay que hacer es que se ejecuten. En tiempos de crisis no podemos darnos el lujo que teniendo recursos programados para inversión no se ejecuten.
¿El partido está en esa dinámica?
Sí, hasta ahora, el partido apoya totalmente a Funes, ha hecho los gestos y va a seguir haciendo los gestos. El partido también está consciente.
Pero hay algunos líderes de la izquierda que le dicen: ‘Cuidado con aliarte mucho a la derecha, reactiva los movimientos sociales…’
No sé cuáles son esas voces y esa pregunta es para el presidente electo. Pero mi impresión es que alrededor de Funes hay una alianza social. Aquí vino un representante de movimientos sociales, y vino a ratificar el apoyo que le dieron a la candidatura y ahora a la gestión del presidente electo; y están dispuestos a participar constructivamente en el diálogo. Esa es la actitud que hasta ahora todos los sectores han mostrado.
Dices que el partido y los sectores están en esa línea, pero remarcas: hasta ahora…
Es que no puedo decir que va a pasar en dos años. Hay que vivir la realidad y la realidad ahorita es esa. Lo demás es especulación.
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