Un recetario económico

La crisis económica y todas las implicaciones que tenga en el país es uno de los principales retos a atender por el próximo Gobierno. Aquí los analistas sugieren algunas medidas para enfrentarla.

Conservar el empleo

Políticas de fomentoPlantean la necesidad de apostarle a políticas que fomenten la producción nacional, y que apoyen sobre todo a las pequeñas y medianas empresas.

Flexibilidad laboralLa posibilidad de crear media jornada de trabajo de forma temporal para darle empleo a la gente que lo ha perdido es una propuesta.

Menor burocracia

La facilitación de trámites y de burocracia, así como el establecimiento de empresas y gobierno electrónico en zonas rurales.

Creatividad empresarial

Repartir utilidades

Samayoa considera que este mecanismo puede servir no solo para conservar al personal, sino para inyectarle fondos a la economía.

Nueva administración

Plantea la necesidad de reformar el modelo de administración empresarial que mire más allá de los beneficios que puede dar el Estado.

Representatividad

El sector empresarial debe aglutinar esfuerzos con las pequeñas y medianas empresas, y con ellas ver la revisión de algunas leyes.

Propuesta de desarrollo

Plataforma logísticaEnfocar los esfuerzos para desarrollar y potenciar la plataforma de servicios y valor agregado como forma de incentivar la inversión.

Revisión de presupuestoAnte el poco margen fiscal, es necesario revisar las partidas que se pueden redistribuir y aquellas que puedan incluso recortarse.

Compensar tributosPara esto se deben revisar algunas leyes para cerrar huecos, pensar en impuestos temporales como a vehículos y bajar el encaje legal ya.

Sin lugar a dudas, la crisis se convierte en el mayor reto que tendrá el gobierno electo de Mauricio Funes, pero el éxito de poder enfrentarlo dependerá, de acuerdo con los tres analistas invitados al Foro Político de LA PRENSA GRÁFICA, no tanto de recetas prácticas, sino de una alianza fuerte con el sector empresarial que se base en un pilar solidario.

Para eso, según Joaquín Samayoa, se necesita un “cambio en la mentalidad poco solidaria” de algunos sectores empresariales. “Hay que apechugar” los efectos entre todos, afirma, y eso implica una renovación en modelos de gestión empresarial, de rentabilidad y en la relación con el Gobierno y a sus empleados.

Elena de Alfaro, invitada al foro y representante del sector privado, lo secunda, al reconocer que algunas empresas se disparan en las utilidades que quieren ganar. “Hay ciertos productos que se venden con algunos margenes que a cualquiera asustan y son productos de consumo popular”, afirma De Alfaro, al insistir en que si bien la rentabilidad es la fuerza del negocio, en este tiempo de crisis, esta debe ayudar a “conservar empleos” y a la vez “desarrollar el país”.

En la misma línea se expresa Roberto Rubio: “En una crisis se deben hacer sacrificios, porque si no, no estamos hablando de nada”.

“Hay que pedirle a los que se pueden sacrificar a que moderen la ostentación. Aquí hay gente acostumbrada a rentabilidad de la finca de la colonia, entonces hay que saber compartir el sacrificio”, agrega.

A esto los analistas suman medidas como la reducción ya del encaje legal, la flexibilidad laboral aunque sea temporal, la revisión del presupuesto, de leyes para incrementar la recaudación tributaria, acelerar la inversión pública y apostarle a un modelo de desarrollo como la plataforma de servicios logísticos.

Pero como las medidas no siempre podrán ser de consenso, los analistas señalan la importancia también de contar con un liderazgo del presidente electo.

“Una de las cosas que hay que rescatar es la función del liderazgo de un presidente, y un presidente no debe divorciarse del sector productivo”, insiste Samayoa, al recordar que, desde su visión, ese fue uno de los problemas que enfrentó la administración del presidente Antonio Saca.